El imán de la Gran Mezquita de París pidió "no importar" a Francia "el conflicto en curso en Oriente Medio", el viernes 13 de octubre, durante su sermón durante la oración del viernes.
El imán no mencionó el ataque mortal en una escuela secundaria de Arras, que costó la vida a un profesor, una tragedia que se produjo poco antes de su sermón.
"Es imperativo evitar provocaciones, e incluso enfrentamientos, contra comunidades de diferentes religiones y creencias, para que podamos vivir en paz y armonía en Francia", subrayó el imán Abdennour Tahraoui en referencia a la situación en Oriente Medio.
Volviendo al “ataque devastador” del 7 de octubre, deploró que “los civiles hayan sido atacados deliberadamente” y servicios esenciales como la electricidad y el agua “interrumpidos, sumiendo a estas personas en condiciones inhumanas, tratadas como “insectos” que hay que aplastar”.
Destacando la “visión humanista” del Islam, advirtió que “el odio engendra odio y la violencia engendra violencia”. "Por eso debemos rechazarlo categóricamente, porque conducirá a otros desastres, incluso en nuestro propio país", añadió el imán. Al pedir "un fin inmediato a esta odiosa guerra", subrayó que los prisioneros "deben ser tratados humanamente, preservando su dignidad" y "respetando su humanidad".
También pidió “respetar los derechos del pueblo palestino a la creación de su Estado para una vida digna, en paz y seguridad (...) porque ellos también son seres humanos”.
El jueves, el CFCM (Consejo Francés de Culto Musulmán) lanzó un llamamiento a la "vigilancia" de los imanes, instándolos a "encontrar palabras de apaciguamiento" durante las oraciones del viernes. El rector de la Gran Mezquita de París, Chems-eddine Hafiz, expresó el domingo su “profunda preocupación” tras el ataque de Hamás en Israel.
El 7 de octubre, en pleno Shabat, el descanso semanal judío, cientos de combatientes de Hamás se infiltraron en Israel, mataron a civiles y sembraron el terror con una andanada de cohetes. El ejército israelí está llevando a cabo una campaña de bombardeos masivos en Gaza en respuesta a este ataque en el que murieron más de 1.300 personas en Israel. Del lado palestino, los ataques israelíes dejaron 1.799 muertos, según las autoridades de Gaza.
