Ingenieros militares indios se preparan para excavar a mano el lunes 27 de noviembre para intentar rescatar a 41 trabajadores atrapados desde hace dieciséis días en un túnel de carretera colapsado en el norte de India, después de que las operaciones de rescate hayan experimentado múltiples contratiempos.
Sólo quedaban nueve metros para perforar entre los escombros para insertar las partes finales de un tubo de acero de 57 metros de largo, lo suficientemente ancho para que pasara un hombre, y permitiera a los trabajadores evacuar. Pero durante la perforación se encontró con una maraña de varillas metálicas y vehículos de construcción que bloqueaban el camino, lo que dañó irreparablemente la máquina utilizada.
Los soldados indios intentarán el lunes limpiar rocas y escombros de estos nueve metros restantes mientras las temperaturas bajan en esta aislada región montañosa del estado himalayo de Uttarakhand. "El personal del batallón de ingenieros del ejército indio, así como otros socorristas, se están preparando" para esta operación, declaró el lunes a la AFP un alto funcionario local, Abhishek Ruhela.
En condiciones heladas, los ingenieros utilizarán taladros manuales para despejar una ruta, una tarea difícil en el estrecho conducto, lo suficientemente ancho como para que un hombre pueda pasar a través de él.
Desde que se derrumbó el túnel el 12 de noviembre, los esfuerzos de rescate se han visto complicados y ralentizados por la caída de escombros y fallos sucesivos de los taladros, máquinas cruciales para rescatar a los trabajadores. Estos hombres sobreviven desde hace dos semanas gracias al suministro de aire, comida, agua y electricidad a través de un conducto por el que se ha introducido una cámara endoscópica. Esta cámara permitió a sus familias verlos la semana pasada, por primera vez desde el colapso del túnel.
