Bandas armadas atacaron el martes la academia de policía en Puerto Príncipe, la capital haitiana bajo toque de queda donde bandas armadas liberaron a miles de detenidos e intentaron apoderarse del aeropuerto. Las bandas, que controlan zonas enteras del país, incluida la capital, atacan desde hace varios días lugares estratégicos mientras el cuestionado primer ministro Ariel Henry se encuentra en el extranjero.
El ataque a la academia de policía, situada en un distrito de Puerto Príncipe plagado de bandas armadas y donde más de 800 personas se entrenan, fue repelido por policías desplegados como refuerzo, declaró Lionel Lazarre, coordinador de la Unión Nacional de Oficiales de policía haitianos (Synapoha). Las pandillas dicen que quieren derrocar a Ariel Henry, en el poder desde el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moïse y que debería haber dejado el cargo a principios de febrero.
La víspera, la policía y el ejército habían repelido un ataque lanzado contra el aeropuerto internacional Toussaint-Louverture, según un periodista de la AFP. Los disturbios en torno al aeropuerto han llevado a las aerolíneas internacionales a cancelar todos los vuelos a Puerto Príncipe.
Varias personas armadas irrumpieron en una comisaría de policía cercana al aeropuerto y le prendieron fuego, según la misma fuente. La oficina de aviación civil de República Dominicana, que comparte la isla Hispaniola con Haití, anunció que había suspendido “con efecto inmediato” todas las conexiones aéreas con su vecino.
Los últimos actos de violencia se producen tras los ataques lanzados durante el fin de semana contra dos cárceles de Puerto Príncipe, que provocaron la fuga de miles de reclusos y una decena de muertes. En respuesta, el gobierno declaró el estado de emergencia y un toque de queda nocturno de tres días, renovable hasta el miércoles inclusive.
Esta nueva “escalada” de violencia ha obligado a unas 15.000 personas a huir de sus hogares en Puerto Príncipe, afirmó el martes en Nueva York el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, precisando que los equipos humanitarios habían comenzado a distribuir alimentos y otros artículos de primera necesidad en tres nuevos sitios de desplazados internos. . El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el miércoles a puerta cerrada para tratar este tema, según el programa del Consejo. María Isabel Salvador, representante de las Naciones Unidas en Haití, les proporcionará una actualización de la situación de forma remota. Después de haber estado paralizada, la capital pareció retomar cierta actividad el martes, aunque algunas calles siguen bloqueadas con piedras y troncos colocados por los residentes para protegerse, según periodistas de la AFP.
El transporte vuelve a funcionar y los negocios han reabierto. Se forman largas colas frente a tiendas, bancos y gasolineras. El Departamento de Estado estadounidense anunció que el primer ministro regresaba a casa el lunes, pero el martes todavía se le esperaba en su país. Según el medio local Radio Télé Métronome, Ariel Henry no pudo regresar por falta de seguridad en el aeropuerto.
El jefe de Gobierno viajó la semana pasada a Nairobi para firmar un acuerdo para enviar agentes de policía kenianos a Haití como parte de una misión internacional apoyada por la ONU y Estados Unidos. Haití, el país más pobre de América, enfrenta una profunda crisis política, humanitaria y de seguridad agravada por el asesinato de Jovenel Moïse, con un proceso político en total estancamiento.
Según la ONU, más de 8.400 personas fueron víctimas de la violencia de las pandillas el año pasado, siendo asesinadas, heridas y secuestradas, "un aumento del 122% en comparación con 2022". “Cada día que pasa, si no cada hora, está claro que es el pueblo haitiano el que sufre tratando de sobrevivir en medio de una violencia horrible e inhumana”, comentó Stéphane Dujarric, repitiendo el llamamiento del Secretario General de la ONU a todos los políticos. actores para hacer avanzar el proceso político y permitir la celebración de elecciones.
