Más de 50.000 personas han huido del área metropolitana de Puerto Príncipe en tres semanas para buscar refugio de la escalada de ataques de pandillas, anunció el martes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Gracias a la implementación de una recopilación de datos en las estaciones de autobuses más utilizadas, la OIM observó entre el 8 y el 27 de marzo la salida de 53.125 personas de la capital, principalmente para incorporarse a los departamentos del Gran Sur que ya acogen a 116.000 desplazados que huyeron. En meses recientes. La cifra anterior de la OIM mostraba que 33.000 personas habían huido entre el 8 y el 20 de marzo.
Las provincias de destino de los desplazados "no tienen infraestructura suficiente y las comunidades de acogida no tienen recursos suficientes que les permitan hacer frente a estos flujos masivos de desplazamiento procedentes de la capital", subrayó la OIM.
Según estos datos, la mayoría (68%) de las más de 50.000 personas que huyeron de la capital ya eran desplazados internos, y a menudo se habían refugiado primero en casa de familiares dentro del área metropolitana de Puerto Príncipe. Algunos incluso ya habían sido trasladados dos, tres o más veces. La gran mayoría (83%) de las personas entrevistadas por la OIM como parte de esta recopilación de datos indicaron que abandonaban la capital a causa de la violencia y el 59% aseguró que permanecerían afuera “el tiempo que fuera necesario”.
Haití ha sido devastado durante décadas por la pobreza, los desastres naturales, la inestabilidad política y la violencia de las pandillas. Desde finales de febrero, las poderosas pandillas de Haití se han unido para atacar comisarías de policía, prisiones, el aeropuerto y el puerto marítimo en un esfuerzo por derrocar al Primer Ministro Ariel Henry.
Muy discutido, Henry anunció el 11 de marzo que dimitiría para dar paso al llamado consejo de transición. Pero tres semanas después, el consejo aún no se ha formado, debido a desacuerdos entre los partidos políticos y otras partes interesadas sobre quién debería nombrar al próximo primer ministro y a dudas sobre la propia legalidad de dicho organismo. Mientras tanto, la violencia de las pandillas continúa y la población enfrenta una grave crisis humanitaria, con escasez de alimentos, medicinas y otras necesidades básicas.
