El juicio de los seis miembros de una banda de narcotraficantes sospechosos de ser los autores de sangrientos tiroteos en el contexto del control del tráfico de drogas, en 2019-2020 en el distrito de Planoise, se abrió este lunes bajo tensión en el tribunal correccional de Besançon. Presentados como miembros del clan “Picardie”, llamado así por la calle en la que se rebelaron en el distrito de Planoise de Besançon, deben responder por violencia agravada con arma, asociación delictiva y tráfico de drogas. Un séptimo miembro de la pandilla está prófugo y es objeto de una orden de arresto.
El pasado mes de junio, siete miembros del clan rival fueron juzgados por los mismos hechos y seis fueron condenados a penas de entre 3 y 10 años de prisión por el mismo tribunal. Uno había sido liberado. El lunes, los seis imputados ocuparon sus lugares en la sala correccional, vigilados de cerca por agentes de la unidad de extracción judicial con el refuerzo de una unidad especial de policía. Los rostros de los funcionarios se ocultaron por razones de seguridad. La solicitud de sobreseimiento formulada por el abogado de uno de los imputados fue rechazada y, por tanto, se ha abierto el juicio, que debería prolongarse hasta el jueves. Pero los debates se tensaron rápidamente y esta primera audiencia estuvo marcada por un intercambio de insultos entre dos de los acusados, lo que provocó la intervención del presidente.
Entre noviembre de 2019 y marzo de 2020 las dos bandas rivales se habían enfrentado por el control del narcotráfico en el distrito de reconquista republicana (QRR) de Planoise. Esta guerra de pandillas había dado lugar a 18 episodios de tiroteos, resultando en un total de 11 heridos de ambos bandos, entre ellos menores de edad, y un muerto de 23 años. Un total de 57 personas habían sido acusadas en este caso que había sacudido mucho a los aproximadamente 20.000 habitantes de Planoise.
