Rusia llevó a cabo el viernes una gran serie de ataques contra varias ciudades de Ucrania, incluida la capital Kiev, con “un número récord de misiles”, que dejaron, según las autoridades ucranianas, al menos 30 muertos y más de 160 heridos. Le Figaro hace balance de la situación.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, se pronunció contra lo que llamó “ataques atroces” contra ciudades y pueblos. “Rusia ha utilizado casi todos los tipos de armas de su arsenal”, declaró el presidente Volodymyr Zelensky en la red social X (antes Twitter). Según el Estado Mayor ucraniano, Rusia disparó cerca de 160 dispositivos, incluidos misiles de crucero y drones explosivos Shahed. La defensa antiaérea logró derribar 88 misiles y 27 drones.
"Se trata del ataque con misiles más masivo", excluyendo los primeros días de la guerra, afirmó a la AFP el portavoz de la Fuerza Aérea, Yuri Ignat. Los ataques afectaron infraestructuras esenciales e instalaciones industriales, militares y civiles, dijo el Estado Mayor en un informe.
Las autoridades rusas, por su parte, indicaron que un ataque ucraniano a un edificio residencial en Belgorod, localidad rusa situada a 80 kilómetros al norte de Járkov, dejó un muerto y cuatro heridos. Un total de 13 misiles ucranianos fueron interceptados sobre la región de Belgorod y 32 drones neutralizados en los sectores de Bryansk, Kursk y Orel, al norte de la frontera ucraniana, así como en Moscú, según el Ministerio de Defensa ruso.
Rusia se limitó a indicar en su informe diario que “todos los objetivos” habían sido “alcanzados”. Afirmó haber atacado infraestructuras militares, depósitos de municiones y lugares de despliegue de soldados ucranianos en más de 50 ataques, incluido uno "importante" en Ucrania entre el 23 y el 29 de diciembre. En Kiev, un hangar de 3.000 m2 fue envuelto en llamas en el distrito de Podil. Una estación de metro utilizada como refugio antiaéreo resultó dañada, así como varios edificios de apartamentos y hangares. Un hospital de maternidad en Dnipro también resultó "gravemente dañado", pero sin víctimas, según el Ministerio de Sanidad.
Polonia, país miembro de la OTAN, denunció el viernes una “violación” de su espacio aéreo “por un misil de crucero” y pidió a Rusia que “cese inmediatamente este tipo de operaciones”. Varsovia convocó al encargado de negocios ruso en Polonia para entregarle una nota exigiendo "explicar el incidente de violación del espacio aéreo de la República de Polonia por un misil de crucero y cesar inmediatamente este tipo de operaciones".
En noviembre de 2022, un misil ucraniano cayó sobre la aldea polaca de Przewodow, cerca de Ucrania, matando a dos civiles y provocando brevemente temores de una extensión del conflicto.
La ola de ataques rusos pone fin a un año difícil para Ucrania, marcado por el fracaso de su contraofensiva de verano y la reanudación de la iniciativa por parte de las fuerzas de Moscú, que esta semana reivindicaron la captura de la ciudad de Marinka en el frente oriental. También se producen en un contexto de agotamiento de la ayuda occidental a Kiev, tanto en Europa como en Estados Unidos, amenazando al país con una escasez de municiones y fondos.
“El mundo debe ver que necesitamos más ayuda y medios para detener este terror”, suplicó en Telegram Andriï Iermak, jefe de gabinete de Zelensky. Un comentario del que se hizo eco el presidente estadounidense, Joe Biden, que pidió al Congreso, que actualmente se niega a asignar más dinero a Kiev, a "actuar sin más demora" tras estos "bombardeos masivos". "A menos que el Congreso tome medidas urgentes en el nuevo año, no podremos seguir enviando las armas y los sistemas de defensa aérea que Ucrania necesita para proteger a su pueblo", advirtió.
Volodymyr Zelensky volvió a instar el jueves a Estados Unidos a mantener su ayuda "esencial", tras la liberación de un nuevo tramo de 250 millones de dólares (225 millones de euros), el último sin una nueva votación en el Congreso americano, que por el momento se niega a asignar más.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, cuyo país anunció el viernes el envío de unos 200 misiles antiaéreos a Ucrania para reforzar sus defensas, dijo que estos ataques demostraban que Vladimir Putin "no se detendrá ante nada". Francia condenó una “estrategia de terror”.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, vetó un nuevo paquete de ayuda de la UE, un problema que los europeos esperan resolver en una cumbre a principios de febrero de 2024.
