Las autoridades estadounidenses tomaron el lunes el control del banco First Republic y vendieron la gran mayoría a JPMorgan Chase, con la esperanza de cerrar el episodio de crisis bancaria surgido en marzo. El establecimiento estaba bajo una fuerte presión desde las quiebras cercanas de dos establecimientos con un perfil similar a principios de marzo, Silicon Valley Bank y Signature.
En base a la cantidad de activos (229 mil millones de dólares al 13 de abril), es la segunda quiebra bancaria más grande en la historia de los Estados Unidos (excluyendo bancos de inversión como Lehman Brothers) después de la de Washington Mutual en septiembre de 2008. Según el acuerdo, JPMorgan recuperará todos los depósitos del banco así como “casi” todos sus activos, según el comunicado de prensa de la agencia encargada de garantizar los depósitos bancarios (FDIC).
“Nuestro gobierno nos pidió a nosotros y a otros que interviniéramos, y lo hicimos”, dijo el director ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, en un comunicado separado. "Nuestra solidez financiera, nuestras capacidades y nuestro modelo comercial nos permitieron ofrecer una oferta para ejecutar la transacción de una manera que minimizó los costos para el fondo de seguro de depósitos", dijo la FDIC.
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La operación implica que los préstamos de First Republic deben ser revaluados a la baja, y la FDIC se ha comprometido a asumir parte de estas pérdidas: la agencia estima que la operación le costará aproximadamente 13 mil millones de dólares. Las sucursales del banco podrán reabrir el lunes como de costumbre.
El establecimiento había estado en crisis desde las quiebras de SVB y Signature, incautadas por los reguladores luego de retiros masivos de clientes preocupados por su viabilidad. Las autoridades y otros bancos importantes acudieron entonces al rescate de First Republic para evitar que corriera la misma suerte, y once instituciones financieras acordaron pagar un total de 30.000 millones de dólares.
Pero eso no fue suficiente para tranquilizar a los inversores y la acción siguió cayendo en Wall Street. El banco no pudo presentar un plan de rescate satisfactorio y cuando confirmó el lunes pasado que muchos clientes retiraron depósitos en el primer trimestre, más de $ 100 mil millones en total, sus acciones ya estaban en apuros.
First Republic solo valía 654 millones de dólares en Bolsa el viernes al cierre, mientras que valía más de 20.000 millones a principios de año y más de 40.000 millones en su punto máximo en noviembre de 2021. Las autoridades, que se mostraron reacias para acudir al rescate de un nuevo banco, finalmente dio un paso al frente.
La FDIC y el Departamento de Economía se acercaron a varios bancos a mediados de la semana pasada para evaluar su interés y, el viernes, permitieron que algunos de ellos accedieran a más información financiera sobre First Republic. El proceso de licitación fue "altamente competitivo" y resultó en una transacción "que cumplió con los requisitos de costo más bajo", dijo la FDIC.
