El clima en Europa se ha calentado 2,3 grados en 2022 en comparación con la era preindustrial (1850-1900), con un ritmo dos veces más rápido que el promedio mundial desde la década de 1980, anunciaron este lunes la ONU y el programa europeo Copernicus.
Si bien todo el planeta se ha calentado casi 1,2 grados debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, "Europa es la región que más rápido se calienta en el mundo", recordó el profesor Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas, citado en el prólogo del informe.
En noviembre, la OMM anunció que Europa se había calentado a un ritmo de 0,5 grados por década desde la década de 1980, el doble de rápido que el promedio de las otras cinco regiones climáticas del mundo.
En gran parte de Europa, "las altas temperaturas han exacerbado sequías intensas y generalizadas, alimentado violentos incendios forestales, responsables de la segunda mayor área quemada jamás medida en el continente, y causado miles de muertes por olas de calor", dijo Petteri Taalas.
Según la base de datos de situaciones de emergencia (EM-DAT), las amenazas meteorológicas, hidrológicas y climáticas en Europa en 2022 afectaron directamente a 156.000 personas y causaron 16.365 muertes, casi exclusivamente por olas de calor.
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Desde 1980, los desastres meteorológicos (olas de calor, inundaciones, etc.) han causado la muerte de 195.000 personas, anunció este miércoles la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Los daños económicos, vinculados en su mayoría a inundaciones y tormentas, se estiman en total en unos dos mil millones de dólares para el año 2022, lejos de los 50 mil millones del año 2021 tras inundaciones excepcionales.
El año 2022 "desafortunadamente no es un caso único o una rareza climática", comentó Carlo Buontempo, director del observatorio de cambio climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea.
“Es parte de una tendencia que hará que los episodios extremos de estrés por calor sean más frecuentes e intensos en toda la región”. Raro rayo de esperanza del informe: el año pasado en Europa, las energías solar y eólica juntas, por primera vez, produjeron más electricidad (22,3%) que gas de origen fósil (20%).
