“Como ven, estoy vivo”, bromeó el jueves 30 de noviembre a los visitantes el Papa Francisco, que tuvo que renunciar a asistir a la COP 28 en Dubai debido a una “bronquitis muy aguda”.
"El médico no me dejó ir a Dubai", explicó el pontífice argentino de 86 años a los participantes en un seminario sobre "Ética en la gestión sanitaria", citado en un comunicado de prensa del Vaticano.
“La razón es que hace mucho calor allí y estamos cambiando la calefacción por el aire acondicionado. Y esto en el estado de mis bronquios (no es recomendable). Gracias a Dios no fue neumonía”, añadió. “Es una bronquitis infecciosa muy aguda. No tengo fiebre pero sigo tomando antibióticos”, dijo.
El miércoles, durante su tradicional audiencia general semanal, el Papa parecía cansado y uno de sus asistentes leyó su texto. Por la noche, el Vaticano indicó que su estado era “estacionario”, pero que “persiste la inflamación pulmonar asociada a dificultades respiratorias”.
Francisco, a quien le extirparon parte del pulmón en su juventud, se vio obligado a cancelar su tan esperada visita a Dubai del viernes al domingo para asistir a la conferencia de la ONU sobre el clima. La Santa Sede estará representada por el número dos del Vaticano, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin.
El Papa, que ha hecho de la protección del medio ambiente una piedra angular de su pontificado de diez años, iba a ser el primer pontífice en asistir en persona a una COP de la ONU desde que comenzó el proceso en 1995. El Papa, que cumplirá 87 años en diciembre, se ha visto afectado. por una serie de problemas de salud en los últimos años, incluyendo sus rodillas y caderas y su colon. También fue operado de una hernia en junio. En marzo, estuvo hospitalizado durante tres noches por bronquitis. El sábado, la aparición de “síntomas leves de gripe” le obligó a cancelar varios compromisos.
