Las autoridades de la Columbia Británica, en el oeste de Canadá, instaron a decenas de miles de residentes a tomar en serio las órdenes de evacuación el sábado 19 de agosto, ya que los incendios forestales "extremos y de rápida evolución" amenazan gran parte del pintoresco valle de Okanagan, incluida la ciudad de Kelowna.
La situación en esta área popular entre los navegantes y excursionistas está cambiando muy rápidamente, dijo Bowinn Ma, gerente de emergencias de la provincia occidental de Columbia Británica. Unas 30.000 personas han recibido una orden de evacuación y otras 36.000 están en alerta máxima y listas para huir.
“Insistimos en la absoluta importancia de dar seguimiento inmediato a las órdenes de evacuación”, subrayó durante una rueda de prensa. “Es una cuestión de vida o muerte para las personas que están en estas propiedades, pero también para los socorristas que a veces se ven obligados a regresar y pedirle a la gente que se vaya”.
Kelowna, una ciudad de 150.000 habitantes, asfixiada por una espesa humareda, es el último centro urbano víctima de los dramáticos incendios forestales en todo Canadá, donde se han quemado millones de hectáreas. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que habló con el primer ministro de Columbia Británica, David Eby, sobre la "situación de incendios forestales increíblemente devastadora y en rápida evolución" y prometió recursos federales.
Bomberos de Australia, México, Brasil y Costa Rica, así como del este de Canadá, están ayudando a la Columbia Británica a combatir las llamas. Los incendios también están afectando al norte de Canadá. "Es la primera vez que algo así, de esta magnitud, sucede en la región", dijo el sábado a la AFP Tony Whitford, de 82 años. Él y su familia fueron evacuados el jueves de Yellowknife, capital de los Territorios del Noroeste rodeada de incendios durante varios días, a Calgary, Alberta, unos 1.750 kilómetros al sur.
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Los vientos avivaron los incendios forestales hacia Yellowknife, pero el sábado hubo un respiro después de que las lluvias nocturnas provocaron una caída en picado de las temperaturas. Sin embargo, "un poco de lluvia no significa que volver a casa sea seguro", advirtió el ministro de Medio Ambiente de los Territorios del Noroeste, Shane Thompson, el sábado por la noche en una conferencia de prensa.
“Aunque el fuego no es visible en la superficie, está activo y es enorme”, dijo, y agregó que se espera que las temperaturas aumenten aún más el domingo. En Yellowknife, Chris Greencorn, gerente, elogió el trabajo de los equipos que trabajan para construir cortafuegos y sistemas de rociadores y cañones de agua en toda la ciudad. Unos 40 vuelos con unos 3.500 pasajeros de Yellowknife han llegado a Calgary, dijeron funcionarios de la ciudad, que ha puesto a disposición casi 500 habitaciones de hotel.
Los refugiados del Extremo Norte fueron recibidos en una pequeña sala para ser registrados y distribuidos a los hoteles. Se les puso a disposición fruta, galletas y agua, señaló un periodista de la AFP. “Fue realmente horrible. No podía creerlo”, dijo Martha Kanatsiak, de 59 años, residente de Yellowknife durante más de 20 años que llegó a Calgary el viernes por la noche.
En la región de Kelowna, la situación también es crítica al otro lado del lago Okanagan, en West Kelowna (más de 30.000 habitantes) donde se han incendiado “un número importante” de casas, según las autoridades. El hotel de lujo Lake Okanagan Resort, que en el pasado ha albergado a importantes políticos como la primera ministra británica Margaret Thatcher, se encuentra entre los edificios arrasados por las llamas, según muestran imágenes que circulan en la prensa local.
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Al otro lado de la frontera de Estados Unidos, varios miles de personas han tenido que huir de los incendios forestales en el estado de Washington, donde se reportó al menos una muerte, según medios locales. Se ordenó una evacuación en Medical Lake, cerca de Spokane y junto a una base de la Fuerza Aérea de EE. UU. Una sección de la autopista I-90 que conecta Seattle con el este del país ha sido cerrada, dijeron las autoridades.
Actualmente, más de mil incendios están asolando Canadá de este a oeste, incluidos más de 230 en los Territorios del Noroeste y más de 370 en la Columbia Británica. Canadá se ha enfrentado en los últimos años a fenómenos meteorológicos extremos cuya intensidad y frecuencia se ven incrementadas por el calentamiento global. El país está experimentando una temporada récord de incendios forestales este año: se han quemado 14 millones de hectáreas, aproximadamente el tamaño de Grecia, el doble del último récord que data de 1989.
