Un “año de determinación, de elección, de regeneración y de orgullo”. Este es el deseo que Emmanuel Macron formuló para 2024 en sus deseos televisados, este domingo 31 de diciembre. Un discurso de doce minutos, grabado poco antes en la terraza del Elíseo. Tras recordar que el año pasado estuvo marcado por la guerra, el terrorismo, el cambio climático e incluso la inflación, el presidente de la República quiso creer que “en este contexto de crisis puede nacer lo mejor”.
Emmanuel Macron elogió sus reformas del año pasado, en particular la de las pensiones. “Por supuesto que conozco la impaciencia, me atrevo a decir que la comparto”, declaró sin embargo. "Sé que les gustaría que hiciéramos más y más rápido", añadió, afirmando que quería "actuar, actuar de nuevo, en interés de la nación". También mencionó las elecciones europeas de junio, hablando de una “elección decisiva” que, según él, se jugará entre “continuar Europa o bloquearla”.
Emmanuel Macron ha marcado el rumbo de los distintos acontecimientos de 2024: el 80º aniversario del desembarco de Normandía, los Juegos Olímpicos y la reapertura de Notre-Dame. “2024 será, como habrán comprendido, una cosecha francesa”, afirmó. Una vez por década conmemoramos nuestra Liberación a esta escala. Una vez por siglo somos anfitriones de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Y una vez cada milenio se reconstruye una catedral”.
Concluyó, líricamente, deseando que Francia fuera “digna del esplendor indefinible de quienes están destinados a las grandes empresas”, expresión tomada de Gustave Flaubert. Optimismo, ciertamente, pero inspirado en la tendencia realista.
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