Olivier Véran no quiso dejar su cargo de portavoz del Gobierno. La reorganización orquestada por Gabriel Attal el 11 de enero le obligó a hacerlo. Desde hace una semana, el ex Ministro de Sanidad vuelve a sentarse en la Cámara, al igual que otros ocho ex miembros del Gobierno. Este sábado, en una entrevista con el periódico Le Parisien, el diputado de Isère expresó su alivio por tener ahora “total libertad de expresión y de acción” que le permitirá volver a ponerse la bata de médico un día a la semana y “reabrir” su "boca".
Es decir, criticar la política gubernamental. Al especificar “en la diferencia, pero no en la desconfianza”. Si bien no está enfadado con el poder actual (aplaude el Servicio Nacional Universal (SNU) y el uniforme escolar como "una forma de trascendencia en la nación"), Véran expresa su deseo de cambio. Atrás en el tiempo. Hacia los fundamentos del macronismo. La “superación” de la división política al servicio del “interés general”.
Para el ex ministro de Salud, la promesa de “superación”, mezcla de derecha e izquierda, no se cumplió. Si bien “los valores de la socialdemocracia siguen muy vivos”, los valores de derecha han ganado demasiado peso en la actual política gubernamental. Como diputado, Véran pretende dirigirse “a aquellos de nuestros conciudadanos cuyo corazón todavía late en la izquierda y que se sienten apátridas: ni mélenchonistas, ni más totalmente macronistas”. A sus ojos, este electorado “humanista, laico, republicano, eurófilo de centro izquierda” no fue respetado tanto como debería haber sido. Una alusión (en particular) a la ley de inmigración, que Véran lamenta, podría haber generado un “discurso (...) que daría crédito a la idea de que los extranjeros podrían ser en sí mismos un problema”. "No debemos olvidar que el valor cardinal sigue siendo, con diferencia, la solidaridad", afirmó.
¿El funcionario electo (en 2017 y luego reelegido en 2022) alberga la ambición de ser candidato a las elecciones europeas? Elimina la hipótesis. “Lo único que me importa es que volvamos al campo sin demora y con una línea clara”. Respecto a las elecciones presidenciales de 2027, se muestra más locuaz y cree en un posible giro del país hacia el centro izquierda. “Recuerden 2012 y la victoria relámpago de François Hollande. Va muy rápido. Sobre todo siento, entre los franceses, un deseo de libertad, de progreso y de modernidad”.
Ante este deseo de progreso y modernidad que detecta, Véran identifica un enemigo al que combatir con más fuerza: el RN. Advierte a su campo político contra sus “certezas” y advierte; “A pesar de nuestro buen historial, Marine Le Pen se sitúa en cabeza en la primera vuelta. (...) Fui a todos los pueblos que maneja la RN, esta gente es peligrosa. Tenemos que decirlo y demostrarlo”.
