El Ministerio de Defensa taiwanés condenó este sábado 6 de enero a Pekín por enviar globos por encima de la línea mediana que separa la isla autónoma de China continental, lo que calificó de "grave amenaza" a las conexiones aéreas y una forma de acoso.
China, que considera a Taiwán una parte integral de su territorio, ha prometido algún día traer de vuelta a la isla a su redil, usando la fuerza si es necesario. Beijing ha intensificado su presión militar y política en los últimos años enviando cantidades sin precedentes de aviones de combate y buques de guerra alrededor de la isla.
En diciembre, el Ministerio de Defensa de Taipei comenzó a informar sobre la aparición de globos chinos alrededor de Taiwán, observando al menos cuatro incidentes en los que volaron directamente sobre la isla.
"Debido a su reciente trayectoria, (los globos) representan una grave amenaza para la seguridad de muchas rutas aéreas internacionales", dijo el Ministerio de Defensa en un comunicado condenando el "desprecio por la seguridad de la aviación" de China. El ministerio también publicó el sábado una ilustración que muestra dos globos chinos que, según dijo, habían cruzado la línea mediana el día anterior, incluido uno directamente sobre la isla.
"(El) principal objetivo de la reciente detección de globos es el acoso (tipo) 'zona gris' con el objetivo de utilizar la guerra cognitiva para afectar la moral de nuestro pueblo", añade el comunicado. Las tácticas de “zona gris” se refieren a acciones agresivas tomadas por un Estado que se abstiene de una guerra abierta. Muchos expertos creen que esto es lo que China le está haciendo a Taiwán con su despliegue casi diario de fuerza militar alrededor de la isla. "Pedimos el fin inmediato de esta práctica para garantizar la seguridad de los vuelos en la región", dijo el ministerio.
Esta declaración se produce una semana antes de las elecciones presidenciales en Taiwán, decisivas para el futuro de las relaciones de la isla con Pekín en función de la elección de los votantes. Desde la elección de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen en 2016, China ha roto toda comunicación de alto nivel con su gobierno porque no reconoce la soberanía de Beijing sobre la isla.
