En el Accor Arena,
Después de enviar un discreto dedo medio al público parisino, tras su derrota ante Grigor Dimitrov, el ruso volvió a su “historia de amor” con el público en el Rolex Paris Masters. “¿Un dedo medio? Oh no, acabo de mirarme la uña así. ¿Por qué le haría eso a este hermoso público parisino?”, declaró en inglés en rueda de prensa. Una declaración que debe tomarse en tercer grado obviamente. Antes de continuar en francés, lengua que el más francófilo de los rusos domina a la perfección, con una afirmación también muy irónica. “No tiene nada que ver con si es Francia o no. Depende del torneo, de cómo reacciono yo, de cómo reacciona el público. Es una cuestión de alquimia, de mayonesa. Tengo muchos amigos franceses. No parece que les guste demasiado este torneo, tal vez haya una razón. Juego mejor aquí cuando no hay público. Yo gano cuando no hay nadie”. Precisamente fue en 2020, cuando el torneo se jugaba a puerta cerrada debido a la pandemia de Covid-19, que el ruso ganó el Masters 1000 de París dominando a Alexander Zverev en la final.
“Es el público de Bercy, todo el mundo lo sabe, todos los jugadores lo saben. No a todos les gusta jugar aquí, pero a algunos sí. Juego mucho mejor en Bercy cuando no hay nadie. Es la única vez que gané”, añadió el que también fue finalista en la edición de 2021.
Con 5-5 en el segundo set, el moscovita tiró de la bandera, exasperado por haber sido abucheado tras balancear su raqueta. Decidió ir a la "huelga", negándose por unos instantes a reanudar el partido. Señalando con el dedo en dirección a las gradas, Medvedev se dirigió directamente al público, que tenía el don de inflamar la situación. “Tiré la raqueta, es normal que me silben. Pero no cuando se suponía que debía servir, continuó. Dije, está bien, mientras me abucheen, no voy a jugar, solo esperaré a que terminen. Y luego, cuando recibí la advertencia, pensé: "¿Realmente quiero ser descalificado?" No quería terminar el partido con esa nota. Quería jugar y por eso volví a hacerlo”. Antes de concluir con una nota optimista: “Es que para mí no conecta. Y así ha sido siempre en casi todos los partidos. Hay ciertos torneos en los que preferiría volver que aquí, pero eso puede cambiar..."
