Abajo la hoz y el martillo: los trabajadores retiraron los símbolos soviéticos de una estatua gigante en la capital de Ucrania, Kiev, el martes, como parte de una campaña para retirar los símbolos de la antigua URSS.
Con 62 metros de altura y colocada sobre un pedestal de 40 metros de alto, la escultura de acero representa a una mujer que blande una espada en una mano y en la otra un escudo con una hoz y un martillo, el emblema soviético. Conocida en ucraniano como Batkivchtchyna Maty, literalmente "Madre de la Patria", fue erigida en 1981 en memoria de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial. La estatua gigante da la espalda a la capital y domina el río Dniéper.
En una canasta suspendida de un riel en la parte superior del escudo, los trabajadores retiraron uno por uno los elementos del emblema soviético, antes de bajarlos con cuerdas. El martes, cortaron el disco central y lo bajaron al suelo, deteniéndose repetidamente debido a las sirenas que alertaban de ataques aéreos. La estatua recibirá un nuevo escudo que esta vez llevará un tridente, el emblema de Ucrania. Forma parte del Museo de Historia de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial, cuyo director, Yuri Savchuk, pidió que la estatua pasara a llamarse “Madre de Ucrania”.
“Estamos obligados a proceder con la descomunización y la sustitución del escudo es una de las etapas principales de este trabajo”, justifica Yuri Savtchouk, de pie bajo la estatua. Para él, también es una cuestión de guerra ideológica, en un momento en que Kiev muestra su deseo de ingresar en la OTAN y en la Unión Europea lo antes posible. "La guerra obviamente continúa también en el frente cultural e informativo: es una guerra por la identidad, por la conciencia de la gente", continúa.
Yuri Savtchouk incluso habría querido eliminar estos emblemas antes de la invasión rusa, pero "hoy, la guerra trae al día una gran cantidad de preguntas que habían sido relegadas en el pasado". El coste de la sustitución del escudo se estima en 28 millones de grivnas (691.000 euros), financiados con donaciones privadas y no con dinero público, aseguraron las autoridades ucranianas. El ministro de Cultura, Oleksandre Tkatchenko, que había apoyado el proyecto, dimitió a finales de julio tras las críticas por el uso de fondos públicos para proyectos culturales en un país en plena guerra. Según una encuesta encargada por el Ministerio de Cultura el año pasado, el 85% de los ucranianos estaba a favor de la eliminación de la hoz y el martillo. El reemplazo interino de Tkatchenko, Rostislav Karandeev, elogió el proyecto como una "parte esencial de nuestra resistencia en la batalla ideológica con nuestro enemigo", mientras observaba las obras desde el suelo. El nuevo escudo debería estar en su lugar antes de las fiestas nacionales de agosto: 23, Día de la Bandera de Ucrania, y 24, Día de la Independencia.
Desde la invasión rusa en febrero de 2022, Ucrania ha intensificado el desmantelamiento de monumentos de la era soviética y el cambio de nombre de lugares y calles, iniciado desde la anexión de Crimea por parte de Moscú y la guerra de Donbass en 2014. Otras ciudades, incluidas Volgogrado en Rusia y Brest en Bielorrusia , tienen esculturas gigantescas similares cerca de los monumentos de guerra de la era soviética.
El escultor Oleksiy Pergamenchchyk creó el emblema del tridente para el nuevo escudo ucraniano. “Finalmente podemos deshacernos de este símbolo soviético”, afirma. Para él, se trata de “demostrar que somos una gran nación y que no le tenemos miedo a nada”. El nuevo tridente mide 7,60 metros de largo y 4,56 metros de ancho. La estatua, de cara al exterior de la capital, "mira al enemigo, sostiene el escudo, sostiene la espada, es muy simbólico", apunta el artista.
