El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, expresó este domingo su preocupación tras el incendio en un edificio en torno al cual se desarrollaban manifestaciones contra la acogida de inmigrantes. Para combatir este incendio se movilizaron hasta 40 bomberos, por lo que fueron llamados a las 7 de la mañana del domingo. En un comunicado de prensa, el jefe de Gobierno dijo estar "muy preocupado" por este incendio, que se produce después de otros incidentes en el país.
"Nunca hay justificación para la violencia, los incendios provocados o el vandalismo en nuestra República", afirmó. Señaló además la profunda ironía de que "aquellos que intentan vincular la inmigración y el crimen estén ellos mismos involucrados en actividades criminales graves".
Según el medio público RTE, el edificio, una antigua residencia de ancianos cerca de Dublín, había sido atacado recientemente por manifestantes que creían que iba a utilizarse para alojar a refugiados. En diciembre, un hotel destinado a alojar a solicitantes de asilo ya fue objeto de un incendio provocado. Y a finales de noviembre, la capital, Dublín, se vio sacudida por disturbios sin precedentes, que las autoridades atribuyeron a agitadores de extrema derecha, tras un ataque con arma blanca que dejó cuatro heridos, entre ellos tres niños.
El gobierno atribuyó el ataque a la difusión de rumores en las redes sociales, donde algunos internautas afirmaron que el atacante era un “inmigrante ilegal” o un “nacional argelino”.
