El último encuentro de Olaf Scholz y Emmanuel Macron acabó en choque. Los dos líderes se reunirán el viernes en Berlín, con el polaco Donald Tusk, para una reunión sobre la ayuda a Ucrania bajo el signo del apaciguamiento.
El presidente francés y la canciller alemana no tendrán demasiados cara a cara a mediodía para disipar malentendidos tras los acerbos intercambios que siguieron a la conferencia en apoyo de Ucrania organizada en el Elíseo el 26 de febrero. A su reunión del viernes en la Cancillería le seguirá una reunión con el primer ministro polaco, Donald Tusk.
La intervención de Varsovia es bienvenida, subraya el experto Nico Lange, investigador asociado en la Conferencia de Seguridad de Munich. Ex presidente del Consejo Europeo, está “acostumbrado a combinar intereses contradictorios. Es capaz de calmar las diferencias”, considera Lange.
Envío de tropas terrestres, misiles de largo alcance, aumento de la ayuda a Kiev... las diferencias se han multiplicado entre Francia y Alemania, debilitando el mensaje de unidad de los aliados. La disputa llega en un mal momento, cuando las fuerzas rusas están avanzando en el este de Ucrania, particularmente debido a que se está agotando la ayuda occidental.
El presidente ruso Vladimir Putin se encamina hacia una nueva coronación, con la seguridad de ganar un mandato adicional de seis años en las elecciones presidenciales sin oposición que se extenderán hasta el 17 de marzo.
La cumbre del viernes es "una buena señal que muestra que las cosas están encajando y que quizás se están corrigiendo los errores", afirma Nico Lang. El Ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, dice que tiene “confianza en lo que puede representar esta cumbre tripartita”. "Las presiones internas dentro de la coalición (alemán, nota del editor) y las presiones internacionales sobre el canciller Scholz alientan más acciones", afirmó en una entrevista publicada el jueves en el diario Ouest-France.
Los tres líderes también deben arreglar las cosas antes de una importante cumbre europea en Bruselas los días 21 y 22 de marzo.
A finales de febrero, las declaraciones del jefe de Estado francés sobre el posible envío de tropas a Ucrania causaron confusión. Olaf Scholz rechazó categóricamente tal posibilidad. "Se habían producido conversaciones (...), pero la canciller había insistido en que no debían hacerse públicas", afirma Jacob Ross, del grupo de expertos alemán DGAP.
Las disonancias aumentaron un poco la semana siguiente cuando Emmanuel Macron estimó en Praga que Europa estaba entrando en un momento “en el que sería apropiado no ser cobarde”. Y el presidente francés insistió el jueves por la tarde afirmando que quienes ponen “límites” al compromiso de apoyo a Ucrania “no eligen la paz sino la derrota”. "Si Rusia ganara (...) ya no tendremos seguridad" y la "credibilidad de Europa se reducirá a cero", advirtió Macron.
El líder alemán, que teme una escalada del conflicto, es criticado por varios de sus aliados e incluso dentro de su mayoría por su negativa a entregar misiles Taurus de largo alcance, porque su ajuste requeriría, según él, una intervención militar alemana.
"Esto no debe suceder con los soldados alemanes; como canciller tengo la responsabilidad de impedir que Alemania participe en esta guerra", reafirmó el miércoles ante el Bundestag. "La prudencia no debe llamarse debilidad, como algunos hacen", añadió la canciller. Olaf Scholz repite constantemente que Alemania es el mayor contribuyente europeo en valor absoluto de ayuda financiera y militar a Kiev, muy por delante de Francia.
A medida que se acerca la reunión, ya es hora de comentarios diplomáticos: Olaf Scholz aseguró el miércoles que tiene “una muy buena relación personal” con Emmanuel Macron, mientras que los expertos destacan periódicamente las diferencias de carácter y estilos políticos entre los alemanes de carácter cauteloso. y su homólogo francés aficionado a los flashes.
La proximidad de las elecciones europeas interfiere en la estrategia de los dos líderes, atentos a sus opiniones públicas.
Olaf Scholz, en caída libre según las encuestas, está "bajo presión" de su partido socialdemócrata, considera Nico Lange. Según una encuesta reciente, la mayoría de los alemanes se oponen al suministro de misiles Taurus.
El bando de Emmanuel Macron centra su campaña para las elecciones europeas en el apoyo a Ucrania, acusando a la extrema derecha, favorita de las elecciones, de posiciones pro-Kremlin.
