El francés Sébastien Raoult, extraditado en enero de 2023 de Marruecos a Estados Unidos, fue condenado este martes 9 de enero a tres años de prisión por fraude informático y suplantación de identidad agravada por el tribunal de Seattle. Sébastien Raoult se declaró culpable de fraude informático el pasado mes de noviembre. El juez también le ordenó reembolsar cinco millones de dólares por las pérdidas causadas a las empresas víctimas, según un comunicado de la fiscalía.
“Entiendo mis errores y quiero dejar atrás esta historia”, dijo el francés de 22 años durante su sentencia, según el comunicado de prensa. “No más piratería. No quiero volver a decepcionar a mi familia". Perseguido por nueve cargos, inicialmente se declaró inocente durante su primera comparecencia en enero de 2023, asistido por un abogado de oficio, tras su extradición por Marruecos, donde había sido detenido en mayo de 2022. Finalmente dio un giro radical y llegó a un trato con la fiscalía.
El Sr. Raoult admitió ser culpable de concierto para delinquir para cometer fraude informático y usurpación de identidad agravada. A cambio, los fiscales retiraron otros siete cargos en su contra. La fiscalía, que denuncia en su comunicado a un joven "cuyo motivo era pura codicia", pidió seis años de prisión.
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Sébastien Raoult fue procesado por la justicia estadounidense junto con otros dos ciudadanos franceses, Gabriel Bildstein y Abdel-Hakim El-Ahmadi. Su familia y su defensa francesa intentaron por todos los medios que fuera extraditado a Francia para que fuera juzgado allí, llegando incluso a apelar al Comité de Derechos Humanos de la ONU para que se opusiera a su entrega a Estados Unidos.
"Para mí, se supone que es un asunto francés", declaró a la AFP Sébastien Raoult en mayo desde su prisión estadounidense, expresando su incomprensión por la inacción de París, que no se opuso a su extradición al otro lado del Atlántico. “El gobierno americano sólo busca a alguien a quien condenar y me cayó encima”, lamentó. Único juzgado, temía pagar en parte “lo que otros han hecho”.
Los tres hombres están acusados de haber formado el grupo de hackers “ShinyHunters” y de haber pirateado, a partir de 2020, los datos confidenciales de más de 60 empresas, incluidas algunas ubicadas en el área de Seattle, para revenderlos en la web oscura (parte del Internet no referenciado por los navegadores tradicionales). "A veces, ShinyHunters amenazaba con filtrar o revender archivos confidenciales si la víctima no pagaba el rescate", dijeron las autoridades judiciales estadounidenses en un comunicado de prensa. "Robaron cientos de miles de expedientes de clientes y provocaron pérdidas a las empresas estimadas en más de seis millones de dólares", dijeron.
Desde hace varios años, el FBI investiga a estos “prolíficos ciberdelincuentes” expertos en el “phishing”, es decir, el robo de datos personales. En 2019-2020, el grupo pirateó millones de información confidencial de varias empresas de todo el mundo, incluido Estados Unidos. Entre los objetivos se encuentra GitHub, un desarrollador de software comprado por Microsoft. Una vez que los datos son robados, los piratas informáticos intercambian su devolución por dinero o bitcoins. Por ejemplo, los saqueadores exigieron 1,2 millones de dólares en criptomonedas a una empresa india.
