Se espera que las condiciones climáticas generalmente secas de principios de 2024 en el sur de África asociadas al fenómeno climático de El Niño "empeore la inseguridad alimentaria" en esta zona, advirtió el viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Las principales zonas productoras de Malawi, Mozambique, Namibia, Zambia y Zimbabwe "recibieron sólo el 80% de la precipitación media entre mediados de noviembre de 2023 y febrero de 2024", período estival en el hemisferio sur, explica la FAO en su informe trienal Perspectivas de cosechas y situación alimentaria.
El mes de febrero en particular, una época en la que el estrés hídrico tiene el mayor impacto en el rendimiento de los cultivos, estuvo marcado por la falta de lluvia. Temperaturas más altas de lo habitual y una distribución “errática” de las precipitaciones han empeorado la situación. Sudáfrica, el mayor productor de cereales de la región, también sufrió la falta de lluvias y las altas temperaturas en enero y febrero, lo que debería provocar una caída de la cosecha de maíz en comparación con el año pasado, sin caer por debajo de la media. de los últimos cinco años.
Por lo tanto, se espera que la producción de cereales en la zona disminuya en general este año, aumentando la necesidad de recurrir a las importaciones. El acceso a los alimentos podría verse complicado por "una pérdida de ingresos para los residentes de las zonas rurales y un posible aumento de los precios debido a las presiones sobre la oferta", afirma la FAO. Una situación agravada por la debilidad de las monedas locales que contribuye a aumentar el coste de la vida en varios países, añade la organización.
A finales de febrero, Zambia ya describió oficialmente la sequía allí como un “desastre nacional”, que ha devastado la agricultura. El Niño es un fenómeno climático natural, que corresponde al calentamiento de gran parte del Pacífico tropical y ocurre cada dos a siete años. Tiene una duración de entre nueve y 12 meses. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), alcanzó su punto máximo en diciembre, pero todavía se espera que produzca temperaturas superiores a lo normal hasta mayo en tierra firme.
