El suizo Cornelio Sommaruga, que dirigió el Comité Internacional de la Cruz Roja durante casi 13 años, falleció a la edad de 91 años, anunció este lunes su hijo a los medios suizos.
El CICR se declaró "profundamente entristecido" por esta noticia y describió al que fue su presidente de 1987 a 1999 como un defensor incansable de las víctimas de los conflictos armados. Murió durante la noche del sábado al domingo, dijo su hijo, el político suizo Carlo Sommaruga.
Nacido en Roma en 1932, en el seno de una familia del cantón italiano de Ticino, se doctoró en Derecho por la Universidad de Zurich. Antes de incorporarse al Comité Internacional de la Cruz Roja en 1986, Cornelio Sommaruga ocupó diversos cargos en la diplomacia suiza y, en particular, fue secretario general adjunto de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC).
Durante su mandato como jefe del CICR, el mundo experimentó una gran agitación histórica al final de la Guerra Fría. Bajo su liderazgo, el Comité Internacional de la Cruz Roja enfrentó la guerra en la ex Yugoslavia, la Primera Guerra Chechena y el genocidio en Ruanda. Más tarde, según se informa, contó que el asesinato en diciembre de 1996 de seis expatriados del CICR mientras dormían en Chechenia, en el Cáucaso ruso, fue el desafío más difícil que enfrentó durante su mandato. Tras estos asesinatos, el Comité reforzó su diplomacia humanitaria con todos los actores del conflicto, gobiernos pero también grupos armados no gubernamentales.
“Cornelio Sommaruga llevó incansablemente la voz de los afectados por los conflictos armados. Pudo movilizar enérgicamente a la comunidad internacional para protegerla mejor a través del derecho internacional humanitario, por ejemplo comprometiéndose a prohibir las minas antipersonal, lo que condujo al Tratado de Ottawa”, escribió el CICR en un comunicado de prensa. “Aferviente defensor de los principios fundamentales de humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia, ha inspirado muchas vocaciones humanitarias a través de su compromiso, su carisma y su integridad”, añadió.
Después de dejar el CICR, el Sr. Sommaruga llevó a cabo, entre otras cosas, varias misiones para las Naciones Unidas y presidió el Centro Internacional de Desminado Humanitario (GICHD) en Ginebra.
