Corea del Norte disparó este domingo varios misiles de crucero, anunció el ejército surcoreano, en medio de crecientes tensiones entre Seúl y Pyongyang. Esta semana, Pyongyang lanzó misiles de crucero hacia el Mar Amarillo, al oeste de la península de Corea, alegando que se trataba de una nueva generación de misiles de crucero estratégicos.
"Nuestro ejército detectó varios misiles de crucero no identificados disparados cerca de las aguas (situadas cerca de la ciudad) de Sinpo, en Corea del Norte, a las 8 de la mañana del domingo (medianoche, hora francesa), declaró el Estado Mayor de las fuerzas conjuntas surcoreanas en un comunicado. Dijo que el lanzamiento está siendo analizado por los servicios de inteligencia de Corea del Sur y Estados Unidos, añadiendo "para monitorear de cerca otros movimientos y actividades de Corea del Norte".
Las pruebas de misiles de crucero, que vuelan en la atmósfera, no están incluidas en las sanciones de la ONU a Corea del Norte. Y esto a diferencia de los misiles balísticos, cuya trayectoria se desarrolla esencialmente en el espacio.
El jueves, un día después del lanzamiento de misiles de crucero, cuyo número Pyongyang no precisó, la agencia oficial de noticias KCNA indicó que esta prueba formaba parte de "un proceso de actualización constante del sistema de armas y de una actividad regular y obligatoria". ”.
"El tiro de prueba no tuvo ningún impacto en la seguridad de los países vecinos y no tiene nada que ver con la situación regional", aseguró.
Las tensiones entre Pyongyang y Seúl han empeorado significativamente en los últimos meses. Los dos países enemigos renunciaron a los acuerdos firmados en 2018 para prevenir incidentes armados, reforzaron los recursos militares en la frontera y llevaron a cabo ejercicios de artillería con munición real cerca del territorio del otro.
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El líder norcoreano declaró en enero que el Sur era el "principal enemigo" de su país. Disolvió las agencias gubernamentales dedicadas a la reunificación y los contactos con el Sur, y amenazó con declarar la guerra si su vecino invadía su territorio “aunque fuera 0,001 mm”. A finales de diciembre, Kim Jong Un ordenó acelerar los preparativos militares para una “guerra” que podría “lanzarse en cualquier momento”. Denunció una “situación de crisis persistente e incontrolable”, según él iniciada por Seúl y Washington con sus ejercicios militares conjuntos en la región.
El tono también subió un escalón en el Sur, donde el presidente conservador Yoon Suk Yeol advirtió que Seúl respondería "varias veces más fuerte" en caso de provocación, destacando las "abrumadoras capacidades de respuesta" de su ejército. Seúl y Washington han advertido repetidamente que cualquier ataque de Pyongyang conduciría inevitablemente a la destrucción de su régimen.
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En los últimos meses, Corea del Norte ha aumentado sus pruebas de armas prohibidas por la ONU. A principios de enero, lanzó un misil hipersónico de combustible sólido y disparó artillería con munición real cerca de la frontera marítima con el Sur, lo que provocó órdenes de refugio en varias islas surcoreanas cercanas a las costas de Corea del Norte.
Seúl respondió con contraejercicios en la misma región, en la costa occidental de la península. Corea del Norte también logró poner en órbita un satélite espía a finales de 2023 después de haber recibido, según Seúl, asistencia tecnológica de Rusia, a cambio de entregas de armas para la guerra en Ucrania.
