Escena irreal durante la sexta etapa del Tour de Bretagne que une Chateaubriand (Loire-Atlantique) con Plancoët (Côtes d'Armor). A 80 km de la meta, casi todo el pelotón mordía el polvo en una impresionante caída colectiva. La expresión mordió el barro hubiera sido más apropiada porque era sobre una carretera cubierta por una película de tierra mojada y extremadamente resbaladiza que los corredores caían a sesenta km/h como fichas de dominó, uno tras otro y en un chasquido de dedos.
Pese a la presencia de un motorista para señalar el peligro, el hombre que encabezaba el pelotón derrapó antes de provocar el caos a sus espaldas y la caída de casi todos sus perseguidores encajados entre sí. Varios corredores resultaron heridos y cuatro de ellos fueron trasladados a los hospitales más cercanos.
El evento fue neutralizado durante media hora antes de que los organizadores decidieran cancelar la etapa. No obstante, los corredores terminaron la etapa a paso de senador para no defraudar a los espectadores que acudieron a su encuentro hasta Plancoët.
“Todos mis compañeros se cayeron. Mi compañero de cuarto terminó el día en el hospital. Es un momento que sin duda nunca olvidaré. Cuando me di la vuelta, vi a todos estos corredores en el suelo. Fue realmente impresionante, Simon Pellaud, uno de los pocos participantes que no participó en la caída, le dijo a France 3 Bretagne. Pero todavía da miedo. Los corredores estaban impactados”.
“La decisión (cancelación del escenario, nota del editor) no fue fácil de tomar. Los corredores ya no estaban y quería poder reanudar con un equipo médico completo, lo que lamentablemente ya no fue posible. En cuanto a la caída, simplemente había una pequeña zona de barro en un buen curso seco. El paso fue marcado por la Guardia Republicana con una bandera amarilla. Le bastó solo con esta caída en la parte delantera para liderar a todo el pelotón. Es un hecho de la carrera”, comentó Christophe Fossani, presidente del Tour de Bretagne.
