El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, afirmó el miércoles que se habían "creado las condiciones" para firmar un tratado de paz con Armenia, vecino y gran adversario, y aseguró que no quería una "nueva guerra".
"Lo más importante hoy es que se han creado las condiciones reales para la firma de un tratado de paz", dijo en una entrevista televisiva. “Por eso debemos trabajar activamente en el texto”, añadió el dirigente. Sin embargo, los observadores se muestran cautelosos sobre el progreso de las conversaciones, ya que hay muchos desacuerdos entre los dos países caucásicos.
Azerbaiyán y Armenia libraron dos guerras, en los años 1990 y en 2020, por el enclave de Nagorno-Karabaj, finalmente reconquistado en septiembre por las fuerzas de Bakú. En diciembre, los dos países llevaron a cabo un intercambio de prisioneros considerado un avance diplomático y que reavivó las esperanzas de paz. Pero las tensiones siguen siendo altas y se siguen produciendo incidentes armados con regularidad en la frontera.
Ilham Aliev, sin embargo, dijo que estaba “seguro de que no habrá una nueva guerra” con Armenia. “Haré todo lo que esté en mi poder para evitarlo. Basta, basta de guerras”, añadió. Sin embargo, acusó a Francia, con la que las relaciones están empeorando, de estar “en el origen del deterioro de la situación en el Cáucaso”.
El presidente azerbaiyano, que critica a París por su apoyo a Ereván, volvió a afirmar que el país está “preparando (a Armenia) para una nueva guerra” proporcionándole armas. Más temprano el miércoles, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán pidió a Francia que detuviera cualquier "injerencia" en sus asuntos internos, tras la detención de un francés acusado de espionaje por Bakú, que fue denunciada por París como "arbitraria".
