El presidente electo argentino, Javier Milei, viajará el domingo a Estados Unidos para reunirse con funcionarios de la administración Biden pero también del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo a la AFP un portavoz. “Nos vamos a Estados Unidos. Viva la libertad, carajo”, escribió Javier Milei el domingo en X.
Javier Milei tendrá "reuniones de protocolo para explicar el plan económico: ajuste fiscal, reforma monetaria, reforma del Estado y desregulación", dijo a la AFP un portavoz del presidente electo, cuya toma de posesión está prevista para el 10 de diciembre. “No se trata de buscar financiación”, subrayó.
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Javier Milei llegará el lunes 27 de noviembre a Nueva York, donde realizará una visita privada antes de desplazarse durante el día a Washington para reunirse con el director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan González, dijeron a la AFP fuentes diplomáticas. bajo condición de anonimato.
El presidente electo ya ha designado a Estados Unidos e Israel como “aliados” prioritarios de su futuro gobierno. La visita a Estados Unidos de este controvertido ultraliberal, partidario de la liberalización de precios y opuesto a cualquier regulación por parte del Estado, se prolongará hasta el martes, con reuniones con funcionarios de la Casa Blanca, la Secretaría del Tesoro y el Fondo Monetario Internacional (FMI), También precisó el portavoz.
“Estas son reuniones introductorias a nivel técnico para generar sinergias comunes y entender cómo podríamos trabajar juntos en el futuro”, dijo el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, en previo a esta visita. Javier Milei ya se reunió el viernes con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. Juntos dialogaron sobre el “gran desafío económico que” enfrenta “la Argentina”.
La victoria de Javier Milei abre un período de incertidumbre para la economía argentina, a la que promete una terapia de shock. La tercera economía más grande de América Latina está luchando por pagar un colosal préstamo de 44 mil millones de dólares, obtenido en 2018 del FMI, debido a reservas de divisas extranjeras en niveles récord. Durante una docena de años, la inflación de dos dígitos ha sido la norma en Argentina, pero este año se ha desplomado hasta el 143% en doce meses, un récord en 32 años, en paralelo con una moneda, el peso, en constante depreciación.
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La administración saliente del presidente de centroizquierda Alberto Fernández renegoció el préstamo con el FMI, pero la recesión que acompañó a la pandemia de Covid-19 y una severa sequía este año golpearon la economía argentina, dificultando el logro de los objetivos trazados con la institución.
