Tras su victoria anoche en cuartos de final ante Alejandro Davidovich Fokina, el ruso Daniil Medvedev, parte de cuya familia aún vive en Moscú, fue invitado como tantas veces a responder una pregunta en rueda de prensa sobre la situación de los jugadores ucranianos en el circuito: " Estoy a favor de la paz mundial, para ser honesto, y eso es todo lo que puedo decir". Al igual que sus compatriotas y los bielorrusos, Medvedev ha estado compitiendo bajo una bandera neutral desde el comienzo de la guerra. Y evitar en lo posible preguntas sobre esta guerra, iniciada por Rusia. El tema es necesariamente sensible.
¿Torpeza o provocación? Antes de su partido contra Jessica Pegula, Anastasia Potapova de Rusia ingresó a la cancha con una camiseta del Spartak de Moscú mientras la invasión rusa en Ucrania está en pleno apogeo. La 28ª del mundo se justificó diciendo que era “fanática del Spartak”. La polaca Iga Swiatek, que se enfrenta hoy en cuartos de final a la rumana Sorena Cirstea en cuartos de final (19.00 horas Francia), criticó duramente la salida de Potapova. "Hay mucha tensión en el vestuario y no creo que tengamos el liderazgo necesario para regular ciertas comportamientos Me sorprende mucho ver a chicas rusas vistiendo camisetas de la selección de fútbol de su país, por ejemplo. No creo que sea bueno mostrar ese tipo de sentimiento, incluso si eres fanático de este equipo, y espero que lo entiendan. Hablé con los oficiales de la WTA al respecto y me dijeron que tales situaciones no volverían a ocurrir, lo que me dio mucho alivio. »
El lunes, la ucraniana Lesia Tsurenko (95) perdió por derecho justo antes de su tercera ronda contra la bielorrusa Aryna Sabalenka. Ella le dijo al sitio ucraniano Big Tennis que sufrió un "ataque de pánico" después de una conversación con el jefe de la WTA, Steve Simon, sobre las consecuencias de la guerra en su país. “Hace unos días tuve una conversación con el CEO de la WTA y quedé absolutamente impactada por lo que escuché. Me dijo que él mismo estaba en contra de la guerra pero que si los jugadores rusos o bielorrusos la apoyaban era su propia opinión y que no me molestara la opinión de los demás”. El organismo de tenis femenino había tratado de calmar las cosas en un comunicado: "La WTA ha expresado constantemente su pleno apoyo a Ucrania y condena enérgicamente las acciones del gobierno ruso. Dicho esto, se mantiene un principio fundamental de la WTA: las atletas deben poder participar en torneos profesionales sobre la base de sus méritos y sin ningún tipo de discriminación, sin ser penalizadas por las decisiones que tomen los líderes de sus países”.
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Y las tensiones y controversias están a priori lejos de terminar en el pequeño mundo del tenis. The Daily Mail ha revelado que, bajo la presión de la ATP y la WTA, los jugadores rusos y bielorrusos podrán volver a competir en Wimbledon (del 3 al 16 de julio). La ucraniana Elina Svitolina, madre de Skaï Monfils, y que pronto debería volver a la competición, no ocultó su enfado en unas declaraciones recogidas por el Daily Mail: "Si Wimbledon permite que jugadores rusos jueguen este año, es muy triste porque la guerra siempre es terrible, el ejército ruso todavía mata a mucha gente inocente. Creo que solo hay un lugar donde entrené que todavía existe. Nuestro deporte se remonta al menos diez años atrás. Nuestros atletas no pueden entrenar adecuadamente, y hay 150 atletas que han muerto peleando en el frente. Es obvio que estas no son condiciones justas. Otros deportes, los deportes olímpicos, no permiten que los atletas rusos compitan, es prácticamente solo el tenis el que los permite y no sé por qué es así".
