Aunque sigue siendo el rey de los productos para untar con más del 66% de cuota de mercado para su mítica Nutella, el grupo italiano Ferrero acaba de perder una pequeña batalla frente a su compatriota Rigoni di Asiago, que comercializa la marca Nocciolata. A finales de 2020, el gigante con una facturación de 14.000 millones de euros había demandado en Francia a Rigoni di Asiago por “denigración y parasitismo” tras un anuncio de televisión que alardeaba, con un peluche de orangután, de los méritos de su producto “sin aceite de palma”. Producto organico.
Un ataque apenas disimulado, según Ferrero, contra su Nutella, señalada habitualmente en el pasado por el uso de este ingrediente. Y sobre el que Ferrero ha desplegado una política estricta en los últimos años, garantizando aceite de palma 100% trazable y nula deforestación. Convencida de esta competencia desleal, y tras una primera decisión en su contra hace un año, la filial francesa de Ferrero vio nuevamente rechazada su solicitud de indemnización (1,5 millones de euros), explicó Rigoni este martes, reaccionando a esta información de L'Informé. sitio.
“Se condena a Ferrero (…) a pagar a la sociedad Rigoni (…) una indemnización que se fijará, en equidad, en la cantidad de 10.000 euros”, precisa la pyme italiana. Si la sanción, de la que Ferrero “tomó nota”, sigue siendo simbólica, la competencia es feroz en este departamento. Además de Rigoni, que hizo de Francia una tierra de conquista para su Nocciolata, muchos jugadores han intentado hacerse un hueco junto a la fortaleza de Nutella. Entre ellos, la estadounidense Mondelez, con su marca Milka, y la francesa Andros, con Bonne Maman. Pero también el fabricante de mermeladas Lucien Georgelin o los alborotadores Michel y Augustin, a punto de ser devorados por… Ferrero.
