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Por primera vez, las inversiones en energías verdes superan a las de hidrocarburos

Es un punto de inflexión histórico: la energía solar está eclipsando al petróleo y al gas.

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Por primera vez, las inversiones en energías verdes superan a las de hidrocarburos

Es un punto de inflexión histórico: la energía solar está eclipsando al petróleo y al gas. Por primera vez, a nivel mundial, el gasto de capital en energías renovables superará al del petróleo, según el último informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE). Este año, los actores del sector acordarán inversiones por alrededor de 2.800 millones de dólares, incluidos 1.700 millones de dólares en energías renovables. El gasto en fotovoltaica superará al del petróleo.

Esta suma cubre un campo muy amplio, desde los gastos de despliegue en energías renovables, hasta los de instalación de estaciones de carga para vehículos eléctricos, pasando por la energía nuclear -clasificada como energía verde por la IEA-, los vehículos eléctricos, el almacenamiento, las bombas de calor… El saldo, poco más de 1000 billones de dólares, se seguirá invirtiendo en carbón, gas y petróleo.

Pero la tendencia está ahí. El gasto en energías verdes debería aumentar un 24% entre 2021 y 2023 según la AIE, impulsado por las energías renovables (EnR) y los vehículos eléctricos, frente a un incremento del 15% “solo” de los combustibles fósiles. “La energía verde se está moviendo rápido, más rápido de lo que mucha gente imagina. Por cada dólar invertido en combustibles fósiles, 1,7 se destina a energías renovables. Hace cinco años, la proporción era de uno a uno”, dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.

Los gastos de inversión conciernen a toda la cadena. Los desarrollos en las capacidades de producción de nuevas energías se orientan hacia las renovables, mientras que el gasto de los consumidores también se orienta cada vez más hacia los equipos alimentados por estas energías: bombas de calor, coches eléctricos, por ejemplo.

Las políticas públicas, en particular la Ley de Reducción de la Inflación en los Estados Unidos, también apoyan y fomentan el gasto en energías renovables. No obstante, se subraya un riesgo. La mayor parte del gasto en el sector corre a cargo de los países occidentales y China. Con, sin embargo, una aceleración en India y Brasil. Es probable que surja una nueva línea divisoria entre los países, trazada esta vez por la capacidad de tener o no tener energía libre de carbono. Esta dicotomía también se explica por una sensibilidad diferente según la región a las cuestiones geopolíticas. La guerra de Ucrania ha precipitado la conciencia de los europeos sobre la necesidad de reducir su dependencia de los combustibles fósiles, ciertamente para preservar el planeta, pero sobre todo para recuperar su soberanía y sobre todo, dejar de depender de las importaciones de hidrocarburos rusos.

Sin embargo, no todas las señales de giro se han vuelto verdes todavía. La AIE espera un repunte en la inversión en combustibles fósiles, especialmente en el Medio Oriente, ya que las grandes empresas locales registraron ganancias récord en 2022. La demanda mundial de carbón también alcanzó un máximo histórico en 2022, y las inversiones en este sector aún deberían ser seis veces más altas que ¡los previstos en los escenarios que apuntan a la neutralidad de carbono en 2030!

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