La apuesta de Netflix está teniendo éxito, más allá de las esperanzas de los analistas. Al dejar de tolerar el intercambio abusivo de contraseñas que permiten el acceso a su plataforma, el gigante californiano ha obligado a un importante segmento de internautas, hasta entonces ilegales, a pagar para seguir viendo sus series.
La firma de Los Gatos (California) logró así incrementar el número de sus suscriptores de pago casi un 11% durante el tercer trimestre. El salto corresponde a 8,8 millones de cuentas adicionales... algo inaudito desde el inicio de la pandemia de Covid, un período excepcional en el que millones de personas confinadas ocuparon sus días sin parar viendo series como The Crown. Greg Peters y Ted Sarandos, los copresidentes de Netflix, sacan dos conclusiones de este éxito. La primera es que pueden aumentar inmediatamente sus precios, para los clientes que quieran disfrutar del servicio sin publicidad. Por tanto, los mercados americano, británico y francés verán subir sus precios.
Segunda conclusión: debemos seguir endureciendo los criterios para compartir contraseñas. Todavía hay grupos de clientes que abusan de esta práctica y que aún no han sido sancionados. A diferencia de plataformas rivales, como Disney y Discovery, Netflix no había aumentado sus precios en un año. Para los gigantes de Hollywood que se han convertido tardíamente al modelo del “streaming”, los aumentos son tanto más necesarios cuanto que siguen acumulando pérdidas en esta nueva actividad. Netflix, por otro lado, informó un aumento del 20% en sus ganancias netas para el tercer trimestre a casi 1.700 millones de dólares. Los márgenes operativos del pionero del vídeo bajo demanda superan el 22%. Wall Street recibe la noticia con un aumento del 13% en el precio de las acciones de Netflix en el mercado extrabursátil, tras el cierre del Nasdaq.
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Es importante destacar que Netflix, al igual que sus competidores, busca adaptar sus precios y su servicio a la riqueza de sus clientes. No podemos exigir la misma cantidad mensual a un internauta en India o Perú que a un suscriptor en Suiza o Estados Unidos. Así, a pesar del aumento en el número de sus suscriptores, Netflix constata que el ingreso promedio obtenido de cada cuenta ha caído un uno por ciento respecto al año pasado. En un mercado cada vez más saturado en los países ricos, la mayor parte del crecimiento se produce ahora en los países menos ricos, donde los planes de suscripción deben ser menos costosos. El uso de fórmulas que incluyan publicidad se ha hecho necesario para el crecimiento con el fin de limitar las subidas de precios y aumentar el número de abonados.
La huelga de guionistas y actores estadounidenses es, naturalmente, un desastre para Netflix, como para otras plataformas. Los estrenos de nuevas series el próximo año se verán claramente afectados. Por otro lado, en el futuro inmediato, la suspensión de la producción desde primavera se traducirá en importantes reducciones de costes. Netflix había planeado gastar 17 mil millones de dólares en nuevas producciones este año. Esta cantidad se ha revisado ahora a unos 13.000 millones.
"Lo único que queremos es resolver este conflicto y volver al trabajo", afirma Ted Sarandos. Los escritores han vuelto a trabajar intensamente desde hace unos días. Al final de casi cinco meses de huelga, consiguieron un convenio colectivo que, desde su punto de vista, era más ventajoso, especialmente en lo que respecta a la cuestión de la participación en los beneficios de las series exitosas. Por otro lado, el conflicto con el sindicato de 160.000 actores acaba de agravarse y las negociaciones están estancadas.
