Cuando SNCF Réseau, propietaria y gestora de la red ferroviaria, informó a los vecinos en la primavera de 2019 de los trabajos de limpieza y poda en la línea Angers-Le Mans, sus directivos no imaginaban que corrían un gran riesgo. “Esta operación consiste en controlar la vegetación, con el fin de evitar la caída de árboles y ramas sobre la vía. Se trata de garantizar la seguridad y regularidad del tráfico y proteger las instalaciones ferroviarias”, explica el mensaje difundido por la empresa. Quien agregó: “ Este trabajo genera ruido relacionado con el funcionamiento de las máquinas”. El ruido no provocó ninguna queja.
Pero los trabajos de poda realizados en Écouflant (Maine y Loira) a lo largo de las vías se produjeron en pleno período de anidación de las especies protegidas. Este "ataque a la conservación del hábitat natural de una especie protegida" merece ahora una multa de 450.000 euros para SNCF Réseau, mientras que la empresa encargada de las obras debe ser multada con 30.000 euros, de los cuales 15.000 suspendidos.
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Las dos empresas también están condenadas a "pagar solidariamente daños y perjuicios de hasta 10.000 euros" a cinco asociaciones civiles, entre ellas la Liga para la Protección de las Aves (LPO) de Anjou y France Nature Environnement (FNE) de Anjou. "Nunca antes habíamos tenido un caso de ataque a especies protegidas en el contexto de destrucción relacionada con infraestructuras lineales como ferrocarriles, carreteras, líneas eléctricas", señala el abogado de Medio Ambiente de Francia. Las dos empresas tienen diez días para apelar.
