De visita en Mont-Saint-Michel, Emmanuel Macron anunció el lanzamiento de una suscripción nacional para el patrimonio religioso no protegido. Una encuesta de Ifop para la revista Pèlerin muestra hoy el apego de los franceses a la herencia religiosa. Por orden, están adscritos a los castillos (57% de ellos), al pequeño patrimonio rural (55%), luego a las iglesias, para un tercio de las personas encuestadas (33%). Le siguen los yacimientos arqueológicos (30%) y el patrimonio industrial (25%). Cuanto más fuerte es la práctica religiosa, mayor es este porcentaje. El 82% de los católicos practicantes son sensibles a la salvaguardia de este patrimonio que consideran descuidado, frente al 40% de los católicos no practicantes, el 35% de los creyentes de otras religiones y el 14% de los franceses no creyentes.
Solo entre los católicos, casi la mitad de los encuestados dice estar cerca de la iglesia de su barrio o pueblo, prueba de que los edificios juegan un papel estructurador. En esta cohorte, el 73% dice que está listo para apoyar la restauración de la iglesia y el 13% está "muy listo" para meterse las manos en el bolsillo.
La mayoría de las personas encuestadas (e incluso el 56 % de los católicos) finalmente dicen que están a favor de que los edificios alberguen otras actividades fuera del culto, incluidos espacios para honrar a los muertos (82 %), para acomodar a los peregrinos (80 %) para clases de música ( 79%) o para espectáculos (71%). Dos tercios de los encuestados cree que se pueden abrir a asociaciones, el 55% piensa que las iglesias pueden acoger a personas sin hogar o una mediateca, el 48% una tienda de alimentación solidaria y el 45% apoya cursos para escolares o estudiantes.
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Francia tiene 42.000 lugares de culto católicos. Solo 10.500 de ellos están catalogados como monumentos históricos, lo que les da acceso a ayudas del Ministerio de Cultura para trabajos de restauración. El Ministerio de Cultura está en proceso de iniciar una campaña de registro o clasificación de edificios religiosos no protegidos, que datan principalmente de los siglos XIX y XX. El abono nacional debería, por su parte, lanzarse el próximo mes de septiembre, coincidiendo con las Jornadas del Patrimonio.
Encuesta realizada los días 11 y 12 de abril a una muestra representativa de 1.015 personas