Thierry Gouvenou, director de la carrera, había mencionado sin reírse la idea en 2022: utilizar ovejas para desmalezar la preciada y legendaria Trouée d'Arenberg que da impulso a la Paris-Roubaix y contagia la emoción a corredores, espectadores y televidentes ("Nosotros queremos probar esta operación, sentimos que nos está superando el crecimiento de la hierba y, si no hacemos nada, no podemos pasar la carrera”, resumió en Ouest-France.
Cuarenta cabras y ovejas trabajan desde hace unos días para desyerbar los 2.300 metros de adoquines del paso más famoso de la "Reina de los Clásicos". El nombre de la misión: las cabras de la esperanza.
Los candidatos al mítico pavimento que premia al ganador de la París-Roubaix tienen una cita el 9 de abril.