"Ha alcanzado el límite de la cantidad máxima de mensajes privados en un día". En Twitter, los usuarios vivieron la desagradable experiencia, este sábado 22 de julio, del último hallazgo de su dueño Elon Musk para hacerlos suscribir a la suscripción paga Twitter Blue. Los mensajes privados, o "DM" por "Mensajes directos", que permiten intercambiar con otros usuarios, pero también con empresas que los utilizan para su atención al cliente, ahora están limitados diariamente -a un número no especificado por la firma-, excepto para los suscriptores.
Twitter lo había anunciado el día anterior, presentando la medida como parte de su plan para reducir la cantidad de mensajes no deseados y spam que reciben sus usuarios. Pero muchos lo ven sobre todo como una forma adicional de que la red social les haga pasar por caja, mientras que Elon Musk admitió que la firma había perdido el 50% de sus ingresos publicitarios desde su toma de control.
Twitter ya había anunciado a principios de julio que la plataforma Tweetdeck, utilizada para recopilar tuits de diferentes cuentas y listas en una única pantalla, estaría reservada para los suscriptores de Twitter Blue a partir de agosto. Unos días antes, el número de tuits visibles por día se había limitado a 1.000 para hacer frente a "niveles extremos de recopilación de datos y manipulación del sistema". Los suscriptores de la fórmula paga solo estaban limitados a 10,000.
Criticada por asiduos a la red social, la suscripción a Twitter Blue se factura a 9,60 euros al mes. Sus miembros reciben un distintivo azul junto a su nombre, antes reservado para cuentas “certificadas”, personalidades cuya identidad había sido verificada por la plataforma. Muchas funciones están reservadas para ellos, como la clasificación de prioridades en las conversaciones, la capacidad de editar tweets, agregar negritas y cursivas, pero también publicar videos más largos.
