Tercer debate, tercera oportunidad para que Donald Trump haga aguafiestas. Mientras los candidatos republicanos a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 se enfrentan el miércoles 8 de noviembre durante un nuevo debate, el expresidente, favorito en las encuestas, está decidido a robarse el show. Como ya había hecho en los dos debates anteriores, el multimillonario optó por desairar esta reunión organizada en Miami, debido, según él, a su gran ventaja en las encuestas de opinión republicanas.
Esta retransmisión supone, sin embargo, un paso importante en el largo camino hacia la Casa Blanca: los candidatos republicanos para las elecciones de 2024 se enfrentarán en una serie de primarias que comenzarán el 15 de enero. El ganador de estas votaciones se enfrentará al candidato demócrata, probablemente el presidente Joe Biden, en las elecciones presidenciales del próximo noviembre.
A pesar de sus cuatro acusaciones, Donald Trump está aplastando actualmente la carrera entre los republicanos, rondando el 58% de las intenciones de voto. Cuenta con una base que le sigue siendo en gran medida leal y que le ha apoyado hasta ahora en sus problemas con la ley. Deliberadamente provocativo, el septuagenario decidió organizar él mismo la contraprogramación del debate republicano que boicotea en Florida. Al mismo tiempo, celebrará un importante mitin de campaña en una ciudad cercana a Miami, a sólo 18 kilómetros del plató de la NBC donde se realizará el programa. El desaire a los cinco republicanos, cuatro hombres y una mujer, que participan en el debate es completamente deliberado.
En el escenario, los contendientes republicanos se enfrentarán una vez más a esta pregunta que los persigue: ¿cómo existir frente al ex presidente, que acapara toda la atención política y mediática con sus declaraciones, sus invectivas y sus disputas judiciales? Empezando por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, alguna vez considerado la próxima generación del Partido Republicano pero cuya calificación se ha desplomado por completo en las encuestas de opinión. El hombre de 40 años, que destacó por sus impactantes posiciones sobre el aborto, las cuestiones LGBT y la inmigración, está ahora casi 45 puntos por detrás de Donald Trump, según el agregador de encuestas RealClearPolitics.
La ex embajadora de la ONU, Nikki Haley, actualmente tercera, ronda el 9%. El discurso de la cincuentona sobre el aborto y la diplomacia ya se destacó en debates anteriores. Sin embargo, los intercambios durante estos espectáculos, a veces con hasta ocho personas en el escenario, a menudo se convertían en cacofonía. Con este formato más restringido, "espero que el debate sea más constructivo", declaró el martes en una entrevista a la AFP el empresario Vivek Ramaswamy, el nuevo favorito de la derecha estadounidense. El senador Tim Scott y el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, uno de los pocos que critican abiertamente a Donald Trump, completarán la alineación el miércoles por la noche.
El Partido Republicano decidió organizar este programa en colaboración con la muy influyente asociación conservadora judía, la Coalición Judía Republicana. Una forma de reafirmar su “apoyo inquebrantable a Israel y a la comunidad judía”, afirmó la líder del partido, Ronna McDaniel, mientras el país se veía sacudido este fin de semana por manifestaciones a favor de un alto el fuego en Gaza.
