Un estadounidense y dos chinos fueron declarados culpables el martes 20 de junio de haber tratado de repatriar por la fuerza a opositores y disidentes chinos que viven en los Estados Unidos, bajo el pretexto de luchar contra la corrupción.
Michael McMahon, un ex policía de Nueva York de 50 años, Zhu Yong, de 66, y Zheng Congying, de 27, actuaron como "agentes" del Partido Comunista Chino, según determinó un tribunal federal de Nueva York.
Los tres hombres fueron acusados de haber participado en una operación global denominada "Fox Hunt", que involucraba, según las autoridades estadounidenses, "brigadas de repatriación", que operaban en completa clandestinidad para obligar a los chinos expatriados a regresar a su país. Durante varios años acosaron a una víctima que vive en Nueva Jersey, cuyo nombre no se hace público. Los tres hombres hicieron arreglos para que su padre fuera a Estados Unidos a buscarlo, filmaron a su hija adulta para presionarlo y le enviaron mensajes amenazantes.
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En 2018, uno de ellos incluso intentó derribar la puerta de entrada de la víctima, antes de colocar allí la siguiente nota: “Si estás listo para regresar al país y pasar diez años en prisión, tu esposa e hijos estarán bien. Fin de la historia !" Oficialmente, sus objetivos eran personas buscadas por la justicia china, a menudo por corrupción. Pero para Washington, en realidad eran opositores, disidentes o personas críticas con el régimen del presidente chino, Xi Jinping.
Pekín siempre ha defendido la operación, acusando a Estados Unidos de "calumnia". Los tres hombres se enfrentan a penas de prisión que van de los 10 a los 25 años.
