Un joven de 19 años fue condenado a ocho meses de prisión por rebelión, tras los actos de violencia cometidos el jueves 23 de marzo en Mulhouse (Alto Rin) al margen de una manifestación contra la reforma de las pensiones. La sentencia, pronunciada el lunes por el tribunal judicial de Mulhouse en comparecencia inmediata, va acompañada de una sentencia suspendida de cinco meses.
Al joven, procesado por degradación por medios peligrosos, participación en multitud y rebelión, también se le prohibió portar un arma durante cinco años. La policía encontró tres cuchillos en su poder. Un hombre de 30 años, que apareció junto a él, recibió una sentencia condicional de seis meses de prisión. Fue procesado por violencia y por arrojar una lata a la policía.
Los dos hombres habían sido detenidos durante la manifestación que reunió a más de 5.500 personas en Mulhouse según información territorial. Entre ellos, unos cincuenta manifestantes se habían enfrentado a la policía. Considerado uno de los cabecillas, el más joven había empujado violentamente a un policía de la Brigada Anticrimen (BAC), que le había lesionado el tobillo. El otro había arrastrado por las piernas a un policía que había caído al suelo y lo golpeó violentamente en la cabeza, antes de que sus compañeros lograran ponerlo a salvo.
El fiscal, Benjamin Coulon, declaró que “ninguno de los dos imputados se encontraba allí para manifestarse pacíficamente. El objetivo era claramente cometer actos de violencia contra la policía. Estamos estupefactos por su comportamiento. Susan Bozok, abogada de los dos acusados, consideró por su parte que “queremos culpar de los excesos del grupo solo a estos dos hombres. Eran inmaduros y sin duda llevados por el efecto de grupo”.
