El líder de extrema derecha Geert Wilders, vencedor de las elecciones legislativas en Países Bajos hace una semana, vio reducidas sus esperanzas de gobernar con la negativa, el miércoles 29 de noviembre, de un posible socio a entrar en su coalición debido a sus posiciones extremistas.
El Partido de la Libertad (PVV) de Geert Wilders obtuvo 37 escaños en la cámara baja, mucho más de lo que preveían las encuestas. Geert Wilders necesita el apoyo de 76 diputados de los 150 de la asamblea para gobernar, por lo que busca socios para construir una coalición mayoritaria, como es habitual en los Países Bajos.
El Nuevo Contrato Social (NSC, 20 escaños) era visto como un posible socio, pero su líder Pieter Omtzigt escribió, en una carta al negociador encargado de explorar posibles acuerdos, que "el grupo NSC no ve ninguna base para entablar conversaciones con el PVV sobre un gobierno mayoritario o minoritario.
La profesión de fe del PVV “contiene posiciones que, en nuestra opinión, son contrarias a la Constitución (...) estamos trazando una línea roja”, explica Pieter Omtzigt. Este manifiesto aboga por la prohibición de las mezquitas, del Corán y del uso del velo por parte de las mujeres musulmanas, así como por la organización de un referéndum sobre la salida de los Países Bajos de la Unión Europea ("Nexit").
Geert Wilders había moderado sus posiciones durante la campaña electoral y desde la noche electoral subrayó que pretende ser "el primer ministro de todos los holandeses", sin distinción de origen o religión. “Observamos que Geert Wilders dijo que quería guardar las partes cuestionadas de su manifiesto “en el frigorífico”. Pero no está claro qué quiere decir con eso. ¿Cuál es el estado actual del manifiesto del PVV?”, preguntó el NSC.
El líder de este nuevo partido también mencionó "varios obstáculos" para trabajar con el PVV, como Ucrania, "Nexit" y la política fiscal. Pieter Omtzigt sugirió, en caso de que fracasaran las negociaciones para formar una coalición, el nombramiento de un “gobierno de expertos”.
Al final de la votación, Geert Wilders se mostró favorable a una coalición con el NSC, el Movimiento Ciudadano Campesino (BBB, siete escaños) y el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, 24 escaños), de centro derecha. Pero este partido, del que procede el primer ministro saliente, Mark Rutte, ya descartó formar parte de un gobierno liderado por Geert Wilders, aunque aseguró que estaría dispuesto a “apoyar una coalición de centroderecha”.
Geert Wilders reiteró su llamado a los líderes de los socios que prefiere a sentarse alrededor de una mesa y "ver qué es posible". Dijo que él y su partido estaban dispuestos a ser "firmes pero razonables" en sus políticas y que "nadie debería dudar de que estoy a favor de todos los holandeses, cristianos, musulmanes o no creyentes".
También planteó la posibilidad de un gobierno minoritario si no lograba formar una coalición mayoritaria. El proceso postelectoral fracasó con la dimisión, el lunes, del negociador encargado por Geert Wilders de dirigir las conversaciones. La mayoría de los analistas creen ahora que no se puede formar un gobierno antes de mediados de 2024. Mark Rutte tardó 271 días en formar el cargo después de las elecciones de 2021.
