Más de dos millones de niños "necesitan ayuda humanitaria" en Níger, un país desestabilizado por un reciente golpe de estado y socavado por la violencia yihadista, dijo el lunes (21 de agosto) el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en un comunicado de prensa.
“Más de dos millones de niños se han visto afectados por la crisis y necesitan desesperadamente asistencia humanitaria”, dice la organización. “Antes de los recientes disturbios civiles e inestabilidad política en Níger”, UNICEF ya estimaba en 2023 “en 1,5 millones el número de niños menores de 5 años que sufrían desnutrición, incluidos al menos 430.000 que padecían la forma más mortal de desnutrición”.
Según Unicef, estas cifras pueden aumentar “si los precios de los alimentos continúan aumentando y una recesión económica golpea a las familias, los hogares y los ingresos”.
Además, la "escasez de energía eléctrica" ya frecuente en Níger y multiplicada por las sanciones impuestas al país por la Comunidad Económica de los Países de África Occidental (CEDEAO), en respuesta al golpe de Estado- afectan a la cadena de frío y pueden comprometer la eficacia de las "vacunas infantiles" almacenadas en los establecimientos de salud.
Unicef recuerda que “sigue brindando ayuda humanitaria a los niños de todo el país”. Sin embargo, advierte que sus "suministros vitales siguen bloqueados en los distintos puntos de entrada al país", como en la frontera con Benín. El organismo de la ONU "hace un llamamiento urgente" a los "actores" de la crisis para garantizar el acceso a Níger de trabajadores y suministros humanitarios, y pide a "los donantes que protejan los fondos humanitarios de sanciones multilaterales o unilaterales".
Níger, desestabilizado por un golpe de Estado el 26 de julio, es uno de los países más pobres del mundo y depende económica y energéticamente de países extranjeros. También se ha visto socavado durante varios años por los ataques yihadistas en el oeste y el sureste.
