La autoproclamada República de Nagorno-Karabaj anunció el jueves 28 de septiembre su autodisolución y la de todas sus instituciones a partir del 1 de enero de 2024, una semana después de una ofensiva victoriosa de Azerbaiyán tras 30 años de conflicto.
El decreto del líder de este enclave, Samvel Chakhramanian, anuncia la disolución “de todas las instituciones y organizaciones gubernamentales (...) el 1 de enero de 2024”, y establece que como resultado “la República de Nagorno Karabaj (Artsaj) cesa su existencia".
La semana pasada, los armenios de Nagorno-Karabaj sufrieron una derrota militar en veinticuatro horas que los obligó a capitular ante Azerbaiyán, país del que se habían separado tras la caída de la URSS, de más de treinta años. Armenia, que apoyó este territorio durante estas décadas, esta vez no intervino militarmente, allanando el camino para la reintegración de la región a Azerbaiyán.
La población armenia de Nagorno-Karabaj ha iniciado un éxodo: alrededor de 65.000 personas, o la mitad de los aproximadamente 120.000 residentes, huyeron en pocos días, por temor a ser blanco de la represión azerbaiyana, a pesar de las promesas de Bakú de respetar sus derechos.
En su decreto de disolución de la autoproclamada república, el líder de Artsaj (nombre armenio de Nagorno-Karabaj) subraya que una vez conocidas las condiciones para el regreso de la región bajo control de Azerbaiyán, los habitantes y refugiados podrán “ tomar individualmente la decisión de quedarse o regresar a Nagorno-Karabaj”.
