La Policía Metropolitana de Londres anunció este domingo 27 de agosto que tomará medidas de seguridad tras un "acceso no autorizado al sistema informático de uno de sus proveedores" y la violación de datos de seguridad. La empresa en cuestión tenía los nombres, rangos, fotografías, salarios y niveles de investigación de oficiales y equipos, pero no sus direcciones, números de teléfono o datos financieros, dijo la policía en un comunicado.
El periódico Sun informó el domingo que "los ciberdelincuentes han penetrado en los sistemas informáticos" de la empresa que imprime documentos de identidad y pases para la Policía de Londres, la fuerza policial más grande del Reino Unido. Scotland Yard dijo que los investigadores están trabajando ahora con la empresa para ver si ha habido alguna violación en la seguridad de sus datos.
Según un portavoz, era imposible saber cuándo se produjo el ataque o cuánto personal podría verse afectado. "Se han tomado medidas de seguridad... tras este informe", añadió la policía en un comunicado.
Para la Federación de Policía Metropolitana, que representa a la policía de base, es probable que esta violación de seguridad cause “increíble preocupación e ira” entre los agentes. "Compartimos este sentimiento de revuelta (...) Es una sorprendente violación de la seguridad, que nunca debería haber ocurrido", declaró su vicepresidente Rick Prior.
Este anuncio se produce unas semanas después de una filtración de datos dentro de la policía de Irlanda del Norte. A principios de agosto se habían filtrado datos sobre unos 10.000 agentes y personal de policía, incluidos su lugar de trabajo, apellidos e iniciales de los empleados, rango, lugar de destino y unidad en la que trabajaban.
La filtración se produce meses después de que el nivel de alerta terrorista de la provincia se elevara a "severo" en respuesta a un intento de asesinato de un alto oficial por parte de republicanos disidentes. Tras las revelaciones sobre la policía de Londres, la policía de Norfolk y Suffolk (este) también anunció que se habían filtrado datos relativos a 1.000 personas, incluidas víctimas de delitos.
