"Los caminos pertenecen a los humanos, por lo que las palomas deberían haberse apartado". Esto es lo que supuestamente dijo a los investigadores Atsushi Ozawa, un taxista japonés de 50 años, arrestado el domingo pasado por matar deliberadamente una paloma con su vehículo.
Esta insólita escena, que no dejará de exasperar a los defensores de los derechos de los animales, tuvo lugar el 13 de noviembre en Japón. Según medios locales, el taxista aceleró bruscamente en un cruce cuando el semáforo se puso en verde, arremetiendo contra un grupo de palomas a una velocidad de 60 km/h.
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Un transeúnte, sorprendido por el rugido del motor, denunció el incidente a la policía. Lejos de tomarse el asunto a la ligera, encargó a un veterinario la autopsia de la paloma muerta en la colisión con el vehículo. El perito habría atribuido la causa de la muerte a un shock traumático.
La policía describió las acciones del conductor imprudente como "altamente maliciosas", dado su trabajo como conductor profesional, antes de arrestarlo por violar las leyes de protección de la vida silvestre, según Fuji TV. “Aunque en Japón se puede cazar legalmente un número limitado de palomas de caza, sus primas salvajes y urbanas sólo pueden matarse si constituyen una molestia comprobada -por ejemplo, al causar daños a cultivos y ganado- y sólo con la aprobación de las autoridades. autoridades locales”, recuerda The Guardian.
