Las lluvias torrenciales y las inundaciones que azotan Beijing y sus alrededores desde hace varios días han dejado al menos 11 muertos y 27 desaparecidos en la capital china, anunciaron este martes (1 de agosto) medios estatales. Xi Jinping pidió "hacer todo" para rescatar a los desaparecidos. El tifón Doksuri, degradado a tormenta, ha estado barriendo China de sureste a norte desde el viernes, cuando golpeó el este de la provincia de Fujian después de golpear a la vecina Filipinas. Xi Jinping pidió "hacer todo" para rescatar a los desaparecidos, según medios estatales.
Las lluvias torrenciales comenzaron a azotar la región el sábado. En solo 40 horas, la capital ha visto caer el equivalente a la precipitación media de todo un mes de julio. “Las fuertes lluvias han dejado al menos 11 muertos y 27 desaparecidos”, dijo el martes la televisión estatal CCTV, citando a las autoridades municipales a cargo del control de inundaciones. El informe anterior reportaba dos muertes en el distrito semimontañoso de Mentougou (oeste), uno de los principales afectados.
Entre los muertos se encuentra un bombero que participó en las operaciones de rescate. Además, cuatro rescatistas profesionales de una organización no gubernamental que cayeron al agua se encuentran entre las personas desaparecidas.
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Con cuatro helicópteros, un grupo de 26 soldados transportó alimentos, agua, mantas y ropa impermeable a Mentougou el martes por la mañana para los viajeros cuyos trenes estaban bloqueados debido al mal tiempo, según CCTV. Los distritos montañosos al oeste de la capital “así como otros lugares de Pekín sufrieron graves daños por agua, que provocaron, en particular, el bloqueo de tres trenes en tránsito y el bloqueo total del tráfico rodado en determinadas zonas”, señaló el canal.
CCTV emitió este martes por la mañana imágenes en directo de autobuses medio sumergidos por las olas en otro distrito rural, el de Fangshan (al oeste de la capital). Alrededor de 150.000 hogares en Mentougou ya no tienen acceso a agua corriente y las autoridades enviaron 45 camiones cisterna para proporcionar suministros de emergencia, dijo el martes el Beijing Daily, un periódico oficial.
Los medios chinos publicaron el lunes imágenes de escenas caóticas en trenes de alta velocidad, algunos atrapados en las vías durante 30 horas, con pasajeros quejándose de quedarse sin comida y agua.
Beijing y la provincia vecina de Hebei (norte) han sido puestas en alerta roja por lluvias y peligros geológicos, con peligro de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. En la ciudad de tamaño mediano de Handan, a unos 400 kilómetros al sur de Beijing, los rescatistas usaron una grúa el domingo para sacar a un hombre de su automóvil rodeado de agua, antes de que su vehículo fuera arrastrado por la corriente.
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China está experimentando un clima extremo y temperaturas récord este verano, eventos que, según los científicos, se ven exacerbados por el cambio climático. Según expertos chinos citados por los medios, las lluvias torrenciales actuales podrían causar inundaciones aún más graves que las de julio de 2012 en Pekín, cuando 79 personas murieron y decenas de miles fueron evacuadas.
Se espera que las lluvias disminuyan significativamente el martes, según los servicios meteorológicos. Pero el respiro podría ser de corta duración ya que China se prepara para un nuevo tifón, Khanun, que se acerca a las costas orientales del país.
