El presidente tunecino, Kais Saied, decidió posponer la visita de una delegación de la Comisión Europea prevista para esta semana a Túnez para examinar los “puntos a negociar” de un acuerdo alcanzado en julio sobre inmigración, según un ministro. La fecha será fijada por las dos partes, según un comunicado de prensa de la presidencia.
Desestimando la existencia de "un desacuerdo" con la UE sobre esta cuestión, el ministro del Interior, Kamel Feki, insistió en que este "acuerdo preliminar (...) aún no se ha materializado".
La Comisión Europea, por su parte, indicó que estaba buscando con las autoridades tunecinas “el mejor momento (para una visita) para ambas partes”, sin precisar los motivos del aplazamiento.
Firmado a bombo y platillo en julio en Túnez, el acuerdo debería reducir notablemente el número de salidas de inmigrantes de las costas tunecinas, principal punto de partida con Libia de miles de inmigrantes ilegales que cruzan el Mediterráneo central hacia Europa.
A cambio, Túnez debe recibir una ayuda europea de 105 millones de euros para la lucha contra la inmigración ilegal. La Comisión anunció esta semana que de esos 105 millones, unos 42 millones de euros serían “asignados rápidamente”.
La asociación ha suscitado críticas, en particular, de las ONG, que denuncian el autoritarismo del presidente Saied y los abusos que sufren los inmigrantes subsaharianos en este país.
A mediados de septiembre, Túnez prohibió la entrada en su territorio a una delegación del Parlamento Europeo que debía hacer balance del acuerdo y reunirse con miembros de la sociedad civil, sindicalistas y representantes de la oposición.
