En el día 37 del conflicto entre Hamás e Israel, la preocupación crece en los hospitales de Gaza. Varios hospitales de Gaza están sujetos a cortes de energía y al riesgo de bombardeos este domingo 12 de noviembre, en momentos en que los combates entre las fuerzas israelíes y palestinas están en pleno apogeo. Le Figaro hace balance de la situación.
Médicos Sin Fronteras (MSF) está preocupada por la suerte de los hospitales. El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó su alarma a primera hora del domingo por haber "perdido el contacto" con sus interlocutores en el hospital de Al Chifa, en la ciudad de Gaza, el mayor territorio, sujeto a "repetidos ataques". "La OMS está seriamente preocupada por la seguridad de los trabajadores de la salud, de cientos de pacientes enfermos y heridos, incluidos bebés con soporte vital, y de las personas desplazadas que permanecen dentro del hospital", dijo en X.
El ejército israelí aseguró que el domingo ayudaría a evacuar a los bebés de la instalación, alrededor de la cual se desarrollan intensos combates. El sábado, la ONG israelí Médico por los Derechos Humanos-Israel informó que “dos bebés prematuros (murieron)” en este hospital después de que se suspendieran los cuidados intensivos neonatales por falta de electricidad. Los bebés "murieron porque su incubadora ya no funcionaba, no había electricidad", testificó el Dr. Mohammed Obeid, cirujano de MSF en el departamento neonatal, en un mensaje difundido por la ONG en X.
En un comunicado difundido durante la noche, el director del establecimiento, Mohammed Abou Salmiya, indicó que estaba "totalmente rodeado" por las fuerzas israelíes y que los bombardeos "continúan en sus alrededores". "El equipo médico no puede trabajar y los cadáveres, por decenas, no pueden ser manipulados ni enterrados", añadió. "Si no detenemos inmediatamente este baño de sangre con un alto el fuego o al menos una evacuación médica de los pacientes, estos hospitales se convertirán efectivamente en una morgue", dictaminó MSF la madrugada del domingo.
La ONG ha informado en los últimos días de “incesantes bombardeos” contra hospitales de la ciudad de Gaza. El ejército israelí negó el sábado haber atacado el hospital de Al Chifa y acusó a "organizaciones terroristas de la Franja de Gaza" de haberlo atacado con un "cohete mal disparado".
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo el sábado que quería "algo distinto" que la Autoridad Palestina, actualmente presidida por Mahmoud Abbas, para gobernar la Franja de Gaza tras la guerra que libra allí para "erradicar" al movimiento palestino Hamás. “No puede haber una autoridad encabezada por alguien que, a más de 30 días de la masacre (del 7 de octubre, ndr), aún no la haya condenado (...). Allí se necesitará algo más. Pero en todos los casos tendrá que haber nuestro control de seguridad”, declaró el dirigente durante un discurso televisado.
"Necesitamos un control total de la seguridad con la posibilidad de entrar cuando queramos para desalojar a los terroristas que puedan surgir nuevamente", insistió. “Al día siguiente, Gaza será desmilitarizada y ya no habrá amenaza de Gaza para Israel. La masacre del 7 de octubre demostró definitivamente que cualquier lugar que no esté bajo el control de seguridad israelí verá un regreso del terror”, continuó.
Unas horas antes, el presidente iraní, Ebrahim Raïssi, habló con los líderes árabes y musulmanes reunidos en la capital saudita. Pidió a los países musulmanes que "armen a los palestinos" si "los ataques continúan" en Gaza. El jefe de Estado iraní también pidió a los países musulmanes que califiquen al ejército israelí de “organización terrorista” debido a su operación armada en la Franja de Gaza.
Ebrahim Raïssi participó el sábado en la cumbre conjunta con líderes árabes en Arabia Saudita. Se trata de su primera visita al reino desde el anuncio en marzo del restablecimiento de las relaciones entre los dos países.
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Hassan Nasrallah pronunció el sábado su segundo discurso desde el inicio de la guerra de Gaza con motivo del “Día de los Mártires”. El líder del partido chiita libanés Hezbolá era esperado con impaciencia por sus seguidores. El suspenso giraba en torno a su posible declaración de guerra abierta a Israel. Durante su discurso no llegó a este extremo.
Según la traducción de Orient le Jour, pidió a los 57 estados árabes e islámicos reunidos en Riad que adoptaran una posición unificada “para pedir a los estadounidenses que pongan fin a esta ofensiva (contra Gaza) y a estos crímenes”. También pidió a estos países que abran “un paso” para que “se pueda entregar ayuda” y evacuar a los heridos.
En Gaza, los bombardeos israelíes dejaron 11.078 muertos, en su mayoría civiles, entre ellos 4.506 niños, según el Ministerio de Salud de Hamás, cuyo último informe se remonta al viernes. En tres días, cerca de 200.000 palestinos huyeron del norte del territorio a través de "corredores" abiertos diariamente durante las "pausas" humanitarias, para refugiarse en el sur, menos atacado, según un recuento del ejército israelí comunicado el sábado por la tarde. En total, más de 1,5 de los 2,4 millones de habitantes han sido desplazados según la ONU, que declara que Gaza está sumida en una situación humanitaria catastrófica.
Según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), 20 de los 36 hospitales de la Franja de Gaza están “fuera de servicio” debido a la guerra. Los combates se concentran en el corazón de la ciudad de Gaza, donde, según Israel, se encuentra el “centro” de la infraestructura del movimiento islamista, atrincherado en una red de túneles.
