Mali rindió un último homenaje, el miércoles en Bamako, a Salif Keita, gloria del fútbol africano y ex jugador del Saint-Etienne y del Marsella, fallecido a los 76 años, constató un periodista de la AFP.
Cientos de personas, niños, antiguos compañeros de equipo, amigos de la infancia, personas anónimas y funcionarios de Malí o de otros lugares, incluido el primer ministro Choguel Kokalla Maïga, acudieron a la plaza del Cincuentenario, a orillas del río Níger, para despedir al primer africano. Balón de Oro de 1970, que falleció a causa de una enfermedad el sábado en una clínica privada de Bamako.
Se sucedieron homenajes llenos de emoción y recuerdos: a su extraordinario talento, luego a su acción como directivo deportivo nacional, y a su papel de padre.
“Lo dio todo por Mali: jugador, entrenador, ministro, federación maliense de fútbol. Su centro de fútbol dio genios a Mali”, dijo Idrissa Maïga, amigo y excompañero en el AS Real Bamako y en la selección nacional, donde Keita debutó a los 16 años. “Djo, vete en paz”, concluyó.
Alrededor de los restos se colocaron carteles gigantes de los fallecidos, cubiertos con la bandera verde, amarilla y roja de Malí y que llegaron a la plaza portados por excompañeros y familiares.
Llegaron delegaciones de los vecinos Senegal, Costa de Marfil y Guinea, pero también de Francia.
"Salif Keita es un monumento, no se toma nada a la ligera y cada partido Mali-Guinea es para él un desafío", saludó el ex jugador guineano Chérif Souleymane.
Apodado “Domingo” por sus amigos, Salif Keita, un jugador esbelto, de aspecto felino, con una técnica incomparable y un agudo sentido del gol, fue uno de los mejores delanteros de su generación.
Nacido en Bamako en 1946 en el seno de una familia de once hijos, llevó al Stade Malien en 1965 y al AS Real Bamako en 1966 a la final de la Copa de Campeones de África, y más tarde a la selección de Malí en la final de la Copa de Naciones de África en 1972. .
En cinco años con los Verdes de Saint-Etienne, ganó tres campeonatos (1968, 1969, 1970) y dos Copas de Francia (1968, 1970). Su total de goles: 143 (en 186 partidos), incluidos 42 durante la temporada 1970-1971, en la que sólo terminó en el segundo puesto del ranking de goleadores, detrás del croata Josip Skoblar (44, récord aún vigente).
Después de los Verdes, se marchó al Marsella en 1972. Luego jugó en Valencia (España), en el Sporting Portugal antes de poner fin a su carrera en Estados Unidos, en Boston.
Tras su carrera deportiva, invirtió en la hostelería antes de fundar el primer centro de formación de fútbol de su país, del que surgieron talentos como Mahamadou Diarra (Lyon, Real Madrid) y su sobrino Seydou Keita (Lens, Barcelona). Fue Ministro Delegado a principios de los años 1990. Dirigió la federación nacional en los años 2000.
Su hija mayor, Raky, recordaba a un padre “cariñoso y atento”, que compraba a sus hijos “bon dibi (carne a la brasa) y nos daba trozos grandes”. “Papá, ahí están tus padres (...) ahí están tus amigos, ahí están tus hermanos y tus hermanas; no en negro sino en color porque te gustaba el color”, dijo.
Salif Keita sería enterrado entonces en el cementerio de Hamdallaye, un distrito de Bamako.
