La tensión es más que palpable a poco más de 24 horas del inicio de la final de la 106ª Copa de Francia. Un choque que opondrá el FC Nantes al Toulouse FC, a las 21 horas de este sábado. Sin embargo, se temen y esperan enfrentamientos en los alrededores del Stade de France y durante el partido.
Podría haber enfrentamientos entre los seguidores de Nantes y Toulouse, pero este partido se encuentra más que nunca en un contexto político. Varios sindicatos llamaron a la movilización durante la reunión para oponerse al gobierno, y en particular a la reforma de las pensiones.
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Sin embargo, la jefatura de policía de París prohibió la manifestación prevista por la CGT cerca del Stade de France el sábado por la noche, dice AFP. Prohibición que se justifica por varios motivos: incumplimiento de los plazos de declaración de concentración (tres días completos), posible interrupción de un evento deportivo con el anuncio en las redes sociales de la distribución de silbatos (prohibido silbar en los pabellones deportivos para no perturbar el arbitraje) y desea evitar cualquier politización de un evento deportivo.
La CGT había anunciado la distribución de 30.000 tarjetas rojas y 10.000 pitidos por el estadio y las estaciones de metro y RER.
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Muy esperado, Emmanuel Macron podría ser discreto durante la reunión. Es costumbre que el Jefe de Estado descienda al césped antes del saque inicial para saludar a los actores del encuentro. El presidente podría quedarse en la grada, lo que lamenta Olivier Véran.
“La final de la Copa de Francia no son juegos de circo al estilo romano, no es la CGT con su pulgar imperial la que podría decidir a quién abuchear al presidente de la República, a quién cortar la luz durante un partido”, estimó Olivier Véran en BFMTV y RMC, llamando a “no confundir todo”.
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