Se trata de una victoria contundente para los defensores del aborto en un tema central, que pesará en las elecciones presidenciales de 2024. El estado estadounidense de Ohio aprobó el martes 7 de noviembre la inclusión del derecho al aborto en su Constitución, según proyecciones de los medios estadounidenses. . Una explosión de alegría recibió la noticia en un mitin de la coalición pro-aborto en Columbus, la capital de este estado del Medio Oeste controlado por los republicanos. “¡Ganar era la única opción y lo logramos juntos!”, lanzó un organizador desde el estrado entre aplausos y gritos victoriosos. “¡Es tu cuerpo, tus derechos!”, se regocijó otro. Ambos bandos llevaron a cabo una feroz campaña con millones de dólares y anuncios de televisión omnipresentes, y también enviaron miles de voluntarios a tocar las puertas de los residentes para unirlos a su causa.
Esta elección de prueba fue seguida muy de cerca en todo el país, porque permite medir la tendencia entre los votantes un año antes de las elecciones presidenciales. El presidente demócrata Joe Biden acogió inmediatamente con satisfacción el resultado. "La democracia ha ganado", afirmó en un comunicado. El “extremo y peligroso” programa antiaborto “no está en sintonía con la gran mayoría de los estadounidenses”, afirmó. Ohio se suma así a los estados, tanto progresistas como conservadores, que el año pasado votaron sistemáticamente a favor del aborto en las elecciones sobre el aborto, para gran sorpresa de los republicanos. Porque el tema moviliza fuertemente a los estadounidenses. E incluso entre aquellos que no se identifican como progresistas, algunos consideraron que las prohibiciones decididas por varios estados eran demasiado radicales.
En Ohio, para los defensores de la enmienda a la Constitución, era necesario marcar "sí" para evitar que el Estado interfiriera en una "decisión personal". Para sus oponentes, era imperativo decir “no” a un texto que “va demasiado lejos”. La enmienda establece que cada individuo tiene “el derecho a tomar e implementar sus propias decisiones” en asuntos que incluyen el aborto, la anticoncepción y el tratamiento relacionado con la fertilidad o el aborto espontáneo. Para sus oponentes, como el gobernador republicano Mike DeWine, esto abriría la puerta al aborto “en cualquier momento del embarazo” y a la posibilidad de que las menores recurran a ellos sin el consentimiento de sus padres. La oposición lo niega categóricamente.
Desde que el Tribunal Supremo anuló en el verano de 2022 la sentencia que garantizaba el derecho federal de las mujeres estadounidenses a interrumpir su embarazo, la cuestión del derecho al aborto ha vuelto a los estados. Muchos lo han restringido o prohibido, otros lo han reforzado. En Ohio, un intento de la derecha de complicar la organización y adopción de referendos (con el aborto en la mira) fracasó en agosto. Los defensores del aborto lograron reunir cientos de miles de firmas para presentar a la población una enmienda constitucional que consagra el derecho al aborto.
También se trataba de contrarrestar una ley, que entró en vigor tras la decisión del Tribunal Supremo, que prohíbe la mayoría de los abortos, incluso en casos de violación o incesto, tan pronto como se detecta un latido del corazón. Es decir, alrededor de seis semanas, a menudo antes de que la mujer sepa que está embarazada. Esta legislación se encuentra actualmente en suspenso debido a una batalla legal. Actualmente, el aborto es legal en Ohio hasta aproximadamente las 22 semanas de embarazo. Pero en el poco tiempo que estuvo en vigor la ley ultra restrictiva, una niña de 10 años que quedó embarazada tras una violación tuvo que viajar a la vecina Indiana para abortar, un caso que conmocionó a todo el país.
La cuestión del aborto estuvo en la mente de todos durante otras dos votaciones del martes. En el muy conservador Kentucky, el gobernador demócrata Andy Beshear logró ser reelegido, según las proyecciones de los medios estadounidenses. Había hecho del derecho al aborto un eje importante de su campaña. El presidente Biden lo llamó de inmediato para felicitarlo, dijo la Casa Blanca. Y en Virginia, donde se celebraron elecciones legislativas, si ganan los republicanos, esto podría permitir al gobernador Glenn Youngkin intentar imponer restricciones al aborto.
