Burdeos, Tarbes, Pau, Bergerac e incluso Basilea-Mulhouse... estos aeropuertos tuvieron que, una vez más, evacuar sus instalaciones el pasado jueves a causa de amenazas de bomba. Entre el 18 y el 22 de octubre, se enviaron cerca de 70 anuncios a los aeropuertos, desde “casi siempre la misma dirección de correo electrónico ubicada en Suiza”, afirmó el domingo el ministro francés de Transportes, Clément Beaune.
Debido a su repetición, estos anuncios falsos tienen “un impacto evidente” en el flujo de caja de los aeropuertos, anunció el viernes en BFM Business el presidente de la Unión de Aeropuertos Franceses (UAF), Thomas Juin. Si, por el momento, "los aeropuertos aún no han hecho balance", las pérdidas podrían ascender a "varios millones de euros", según el especialista.
Además del aspecto financiero, también señala el cansancio del personal del aeropuerto: “Estamos en una situación de tensión extremadamente dañina, ya que salimos de una temporada en la que nuestros equipos estuvieron muy ocupados”. “Este otoño nos encontramos con una sucesión de limitaciones, no es un período fácil”, lamenta Thomas Juin.
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A pesar de su agotamiento, los equipos siguen reaccionando ante las falsas amenazas de bomba y adaptan su estrategia. “En la región hay un análisis sistemático, diferente al de hace unos días”, precisa el presidente de la UAF. En concreto, los aeropuertos ya no son evacuados por completo, sino sólo por zonas, en particular antes de "la parte filtrada" de los controles de seguridad.
En total, se iniciaron sesenta investigaciones, "en todos los lugares juntos", subrayó Clément Beaune. El ejecutivo quiere estar especialmente atento desde que el país elevó el nivel de alerta del plan Vigipirate contra los ataques hace dos semanas. Este paso al “nivel máximo” se produce tras el asesinato, el 13 de octubre, del profesor Dominique Bernard en su instituto de Arras (Paso de Calais) por un joven acusado de radicalización islamista.
