Ciudad a un cuarto de hora, 30 km/h... El gobierno conservador británico ha demostrado su voluntad de “apoyar a los automovilistas” poniendo fin a las “medidas anticoches” este viernes 29 de septiembre, en un momento en el que algunas localidades dominadas por la oposición impone medidas más restrictivas en nombre de la seguridad o del medio ambiente.
"La represión contra los automovilistas es un ataque a la vida cotidiana de la mayoría de las personas en el Reino Unido que dependen del automóvil para ir al trabajo o ver a la familia", dijo el primer ministro Rishi Sunak en un comunicado. "Esta semana, el gobierno del Reino Unido presentará un plan a largo plazo para apoyar a los conductores, poniendo fin a las medidas contra los automóviles en toda Inglaterra", añadió.
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Entre las medidas anunciadas el viernes, dos días antes del inicio del congreso anual del Partido Conservador, el Gobierno quiere "revisar las normas" que permiten a los municipios limitar la velocidad a 20 millas por hora (mph), o unos 30 km/h, en Inglaterra, con el fin de “evitar su uso generalizado en zonas donde no es apropiado”.
También quiere "impedir que los ayuntamientos apliquen el principio de la ciudad del cuarto de hora", que aboga por un modelo de ciudad donde los servicios esenciales sean accesibles en 15 minutos a pie o en bicicleta, para reducir los modos de transporte contaminantes.
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Los anuncios se producen cuando el Gobierno galés, encabezado por el primer ministro laborista, Mark Drakeford, redujo la velocidad máxima de conducción en algunas zonas residenciales de 30 a 20 mph (unos 30 km/h), una decisión denunciada por los conservadores.
Y desde finales de agosto, un impuesto sobre los vehículos más contaminantes se ha ampliado a todo el Gran Londres por iniciativa del alcalde de la capital, el laborista Sadiq Khan, para luchar contra la contaminación atmosférica. Se consideró que la medida provocó que el candidato laborista perdiera frente a su oponente conservador en una elección parcial este verano en un distrito electoral del oeste de Londres.
En el seno del partido conservador, rezagado en los sondeos mientras se esperan las próximas elecciones legislativas para enero de 2025, la medida ha despertado a los partidarios de una ralentización del esfuerzo del país en la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente, en nombre de la defensa de la Economía británica.
Una semana antes, el primer ministro Rishi Sunak anunció “un nuevo enfoque” de la política climática, afirmando que quería ser más “realista” y, en particular, retrasando cinco años, hasta 2035, la prohibición de la venta de automóviles nuevos. .
