El ex primer ministro británico Boris Johnson pidió disculpas el miércoles a las familias de las víctimas del Covid y admitió haberse "equivocado en ciertos puntos" durante su audiencia en el marco de la investigación pública sobre la pandemia.
"Lamento profundamente el dolor, la pérdida y el sufrimiento" de estas víctimas y sus familias, dijo Boris Johnson, en la introducción de esta audiencia tan esperada. Esta disculpa, sin embargo, fue interrumpida por cuatro manifestantes que dijeron "¡no queremos sus disculpas!", antes de ser expulsados de la sala.
El Covid ha matado a más de 232.000 personas en el Reino Unido. "Inevitablemente nos equivocamos en algunos puntos", prosiguió el ex jefe del Gobierno conservador, afirmando que asumía una "responsabilidad personal" de las decisiones tomadas en aquel momento. “Creo que hicimos lo mejor que pudimos... en circunstancias muy difíciles. (...) ¿Hay cosas que deberíamos haber hecho diferente? Sin lugar a dudas”.
Boris Johnson tendrá que responder a preguntas difíciles durante esta audiencia prevista para dos días, tras las fuertes críticas de antiguos colaboradores. Desde que comenzaron las audiencias en junio, varios asesores y científicos han descrito a un Primer Ministro abrumado, indeciso, con poca preocupación por las víctimas cuando estalló la pandemia a principios de 2020, y un gobierno dividido y caótico.
¿Boris Johnson tardó demasiado en imponer un primer confinamiento a finales de marzo de 2020? ¿Había hecho balance de la pandemia? ¿Entendió la ciencia? ¿Se mostró indiferente hacia las víctimas, especialmente hacia los ancianos?
“Fue la crisis equivocada para las habilidades del Primer Ministro”, dijo Lee Cain, exdirector de comunicaciones de Downing Street, a la comisión a finales de octubre, relatando a un Boris Johnson rechazando decisiones y cambiando constantemente de opinión, en base a sobre la última persona que habló con él.
Un orador brillante, Boris Johnson, de 59 años, más rápido en dar en el blanco con humor que en responder con precisión, tiene mucho que hacer para convencerse de que a principios de 2020 era el hombre adecuado para el puesto.
Su disculpa ya ha sido rechazada por Aamer Anwar, abogado de una asociación escocesa de víctimas de Covid, Scottish Covid Bereaved. "En lugar de resolver la crisis", Boris Johnson ha "presidido una orgía de narcisismo totalmente repugnante", dijo a los periodistas fuera del edificio donde se celebra la audiencia. "Permitió que los cadáveres se amontonaran y que los ancianos fueran tratados como residuos tóxicos", añadió.
El ex primer ministro preparó minuciosamente su defensa, leyó 6.000 páginas de documentos y se encerró durante horas con sus abogados, según varios medios. Llegó al edificio a las 7 de la mañana del miércoles, tres horas antes del inicio de la audiencia. "Esta es la primera vez que Boris se adelanta en algo", bromeó el ministro de policía, Chris Philp, en Sky News.
Tras sus disculpas, debería afirmar que el Gobierno ha ayudado a salvar decenas, si no cientos de miles de vidas, y volver a insistir en el programa de vacunación puesto en marcha a principios de 2021, más rápidamente que muchos países. El propio Boris Johnson casi muere de Covid en abril de 2020.
El 23 de marzo de 2020 se impuso un primer confinamiento a los británicos, seguido de otros dos. Las fiestas ilegales en Downing Street durante este período provocaron un escándalo y contribuyeron a la caída de Boris Johnson, quien se vio obligado a dimitir en julio de 2022.
“Es incapaz de liderar”, lamentó el secretario general de Downing Street, Simon Case, el funcionario de mayor rango del país, en mensajes de WhatsApp en el otoño de 2020. “Cada día cambia de dirección estratégica”, dijo desesperado.
Martin Reynolds, exsecretario privado de Boris Johnson, también describió un gobierno con una cultura machista y disfuncional. Otros denunciaron una cultura “tóxica”.
Boris Johnson también debería rechazar categóricamente las acusaciones de su exjefe de gabinete, ahora peor enemigo, Dominic Cummings, quien lo describió como notoriamente ausente durante los primeros días de la pandemia porque estaba trabajando en un libro sobre Shakespeare.
Los puntos principales de su testimonio fueron filtrados a la prensa británica antes de la audiencia, lo que lamentó la ex jueza Heather Hallett, encargada de la investigación pública.
