El líder norcoreano, Kim Jong-un, visitó una unidad naval y supervisó una prueba de misiles de crucero estratégicos, informaron los medios estatales el lunes (21 de agosto), antes de los ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos.
Kim Jong-un inspeccionó una de sus flotas en el Mar del Este, también conocido como el Mar de Japón, y observó a la tripulación mientras se preparaban para un ejercicio de lanzamiento de un 'misil de crucero estratégico', informó la agencia oficial de noticias KCNA. La agencia no dijo cuándo se realizó la visita ni proporcionó detalles sobre el tipo de misiles lanzados. Ella, sin embargo, aclaró que “alcanzaron rápidamente sus objetivos sin un solo error”.
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El anuncio se produce antes de los ejercicios anuales Ulchi Freedom Shield. Estas maniobras a gran escala entre Estados Unidos y Corea del Sur, programadas hasta el 31 de agosto, tienen como objetivo responder a las crecientes amenazas de Corea del Norte con armas nucleares. Pyongyang, que cree que estos ejercicios conjuntos en realidad se están preparando para una invasión del Norte, ha advertido en repetidas ocasiones que responderán a ellos con acciones “abrumadoras”.
Presuntos piratas informáticos de Corea del Norte han llevado a cabo previamente ataques por correo electrónico contra contratistas de Corea del Sur que trabajan en el Centro de Simulación de Guerra de Ejercicios Aliados, dijo la policía. El anuncio de la prueba de misiles de crucero se produce días después de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, recibiera al líder de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y al primer ministro japonés, Fumio Kishida, en Camp David.
En una conferencia de prensa el viernes, dijeron que la cumbre abriría un "nuevo capítulo" de estrecha cooperación tripartita en seguridad, impensable hasta hace poco debido a las tensiones entre Tokio y Seúl vinculadas a la dura historia de la ocupación japonesa de la península de Corea desde 1910 hasta 1945. Era la primera vez que los líderes de los tres países se reunían para una cumbre independiente. Y si China era el tema principal, Corea del Norte también estaba en el menú.
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Los tres líderes acordaron un plan plurianual de ejercicios regulares en todas las áreas, que van más allá de ejercicios únicos en respuesta a Pyongyang. Hicieron un "compromiso formal de consultarse mutuamente" durante las crisis, a través de una línea de comunicación directa. También acordaron compartir datos en tiempo real relacionados con Corea del Norte y reunirse en una cumbre cada año.
